Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un sorprendente giro de los acontecimientos, el ex presidente Donald Trump ha expresado su apoyo a la legalización de la marihuana para uso personal en Florida, lo que ha encendido un animado debate dentro del panorama político del estado. Durante comentarios recientes, Trump enfatizó la importancia de establecer regulaciones para asegurar que el uso de marihuana no invada los espacios públicos, afirmando que "no olemos marihuana en todas partes a donde vamos, como sucede en muchas de las ciudades gobernadas por demócratas". Esta declaración contrasta marcadamente con la postura del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ha advertido repetidamente que la legalización del cannabis para uso recreativo podría llevar a un deterioro del tejido social del estado, afirmando que transformaría a Florida en una "San Francisco o Chicago". Ambas ciudades, sostiene, han enfrentado problemas atribuidos a leyes de cannabis laxas en sus respectivos estados gobernados por demócratas. El diálogo sobre la legalización de la marihuana no es meramente un ejercicio teórico; estados como Illinois y California han visto ganancias financieras significativas desde que legalizaron el cannabis. En Illinois, las ventas de cannabis superaron los $1,000 millones en la primera mitad de este año, tras la legalización en 2020. California, que legalizó el uso personal en 2016, reportó unas asombrosas ventas de $4.4 mil millones el año pasado. Sin embargo, estas cifras no tienen en cuenta el persistente mercado negro que sigue prosperando, lo que lleva a los expertos a advertir sobre la complacencia respecto a las ventas legales. Bill Jones, jefe de aplicación del Departamento de Control del Cannabis de California, señaló a principios de este año que "el mercado negro es muy prevalente y definitivamente es más grande que el mercado legal". La estructura de la industria legal del cannabis presenta sus propios desafíos, con cultivadores y vendedores que deben obtener permisos y pagar impuestos, lo que puede aumentar significativamente los precios y alentar a los consumidores a buscar opciones más baratas en el mercado negro. En medio de esta compleja discusión, Trump también ha generado controversia con su postura cambiante sobre los derechos al aborto en Florida. Recientemente, indicó que votaría en contra de una medida que busca expandir la prohibición del aborto del estado de seis a 24 semanas. Esto ocurre después de haber enfrentado críticas de sus seguidores conservadores por haber señalado anteriormente un posible apoyo a la enmienda. Tras esta confusión, Trump aclaró su posición, indicando que creía que el límite de seis semanas era "demasiado corto". A medida que se acerca la boleta de noviembre, las opiniones contradictorias dentro de la élite política de Florida probablemente jugarán un papel significativo en la configuración del futuro del estado tanto en la legalización de la marihuana como en los derechos reproductivos. El discurso en torno a estos temas refleja tendencias nacionales más amplias y subraya la compleja interacción de la opinión pública, la maniobra política y el paisaje en evolución de la política social estadounidense. Con el respaldo de Trump y las advertencias de DeSantis, el escenario está preparado para una intensa batalla política que podría redefinir la postura de Florida sobre dos de los temas más urgentes que enfrentan a los votantes hoy en día.