Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Los derechos al aborto han surgido como un tema fundamental en Estados Unidos mientras la nación se prepara para las próximas elecciones presidenciales que presentan a la Vicepresidenta Demócrata Kamala Harris y al ex Presidente Donald Trump. Este renovado enfoque en los derechos reproductivos se produce a raíz de la histórica decisión de la Corte Suprema en junio de 2022, que anuló Roe v. Wade, desmantelando las protecciones constitucionales federales para el aborto y delegando la autoridad sobre el procedimiento a los estados individuales. Como resultado de este cambio, el panorama del acceso al aborto en todo el país se ha vuelto cada vez más fragmentado. En algunos estados, como Texas y Oklahoma, leyes estrictas han llevado a prohibiciones casi totales del aborto, dejando a las mujeres con opciones limitadas y, en muchos casos, obligándolas a viajar largas distancias para buscar atención en estados más permisivos. Por el contrario, estados como California y Nueva York han promulgado leyes que protegen el derecho al aborto durante todo el embarazo, asegurando así el acceso incluso ante posibles restricciones federales. Este complejo y a menudo confuso mosaico de leyes estatales no es estático; está sujeto a cambios, especialmente a medida que se acercan las elecciones. Con Kamala Harris prometiendo "restaurar" los derechos al aborto a nivel federal si es elegida, los votantes en estados clave están observando de cerca. Su propuesta podría reinstaurar protecciones similares a las que se otorgaban anteriormente bajo Roe v. Wade, transformando potencialmente la conversación nacional sobre los derechos reproductivos y devolviendo la uniformidad al acceso a nivel nacional. Por otro lado, Donald Trump ha indicado que preferiría dejar el tema del aborto a los estados, sugiriendo que no buscaría legislación federal para codificar o restringir el acceso. Esta postura podría profundizar aún más las disparidades actuales basadas en los estados, ya que los estados con liderazgo conservador podrían continuar endureciendo las restricciones, mientras que los estados más liberales podrían ampliar las protecciones. Además de la carrera presidencial, varios estados están preparados para votar sobre referendos relacionados con el aborto este noviembre. Estas decisiones locales podrían influir significativamente en el acceso y sentar precedentes para futuras batallas legales en torno a los derechos reproductivos. La participación electoral y el sentimiento público respecto a estos temas serán cruciales, ya que muchos estados están lidiando con cómo equilibrar los derechos individuales con consideraciones políticas y morales. A medida que se acercan las elecciones, las apuestas no podrían ser más altas. Los resultados tanto de la carrera presidencial como de los referendos estatales probablemente darán forma al futuro de los derechos al aborto en América durante los próximos años. Con defensores apasionados de ambos lados del debate movilizándose por sus respectivas causas, el panorama de los derechos reproductivos en EE. UU. se encuentra en una encrucijada, con millones de vidas en juego.