Meghan Markle: De la realeza a emprendedora social y embajadora de la moda

Meghan Markle: De la realeza a emprendedora social y embajadora de la moda

Desde su mudanza a California, Meghan Markle se convierte en un fenómeno mediático, apoyando la inclusión y emprendiendo con impacto social.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Desde su mudanza a California, la vida de Meghan Markle ha dado un giro monumental, transformándose en un fenómeno mediático que ha desafiado las convenciones de la familia real británica. Junto a su esposo, el duque de Sussex, Enrique, han logrado romper el mito de la unidad de los Windsor, convirtiéndose en símbolos de la lucha por la diversidad y la inclusión o, desde otra perspectiva, en figuras de controversia que priorizan sus intereses personales sobre sus deberes reales. Sin embargo, más allá de la polémica que los rodea, Meghan ha demostrado tener un ojo perspicaz para los negocios, especialmente en el ámbito de la moda y el emprendimiento social. En un contexto donde las marcas dependen del reconocimiento de figuras públicas para despegar, Meghan ha sabido capitalizar su influencia. Desde su salida de la familia real, ha orientado sus esfuerzos hacia la creación de un impacto social significativo. En 2020, comenzó a invertir en una cartera de empresas lideradas por mujeres, alineando su interés empresarial con su compromiso por empoderar a otras. Esta iniciativa ha sido un reflejo de su deseo de dar voz y apoyo a aquellos que han sido históricamente marginados en la industria. Una de sus más recientes inversiones es en Cesta Collective, una marca que produce bolsos de cesta tejidos a mano por un colectivo de mujeres en Ruanda, cuya producción se completa en Italia. Este tipo de emprendimiento no solo resalta el trabajo artesanal, sino que también fomenta la sostenibilidad y el comercio justo, características que la duquesa valora profundamente. Al hablar sobre su descubrimiento de la marca, Meghan compartió su pasión por buscar diseñadores emergentes en línea, enfatizando su deseo de apoyar a creativos de diferentes partes del mundo. La actitud de Meghan hacia los negocios puede describirse como la de un "delfín" en lugar de un "tiburón". Este término, que evoca la idea de una aproximación más colaborativa y empática, contrasta con la imagen más agresiva y competitiva que a menudo se asocia con el mundo empresarial. Meghan parece estar más interesada en construir relaciones significativas y en fomentar un sentido de comunidad entre los emprendedores que en simplemente maximizar sus propias ganancias. Esta filosofía sugiere un enfoque más humano y consciente del emprendimiento, que podría inspirar a otros en la industria. El impacto de Meghan en la moda va más allá de sus elecciones personales; su habilidad para mover mercancías y generar interés en marcas emergentes ha demostrado ser un recurso valioso. En un mundo donde la visibilidad puede traducirse directamente en éxito comercial, su respaldo puede hacer una gran diferencia para estos emprendedores. En este sentido, Meghan podría ser vista como una embajadora del talento femenino en la moda, utilizando su plataforma para amplificar voces que, de otro modo, podrían pasar desapercibidas. Sin embargo, no todo ha sido un camino de rosas para la duquesa. La cobertura mediática de su vida y su relación con Enrique ha sido, en ocasiones, implacable. Las críticas no han cesado, y algunos la acusan de aprovechar su estatus para obtener beneficios financieros. Pero, en lugar de rehuir la controversia, Meghan parece haber encontrado formas de utilizarla a su favor, manteniendo su imagen relevante y poderosa en un espacio que a menudo puede ser hostil. A medida que avanza su carrera en el ámbito empresarial, Meghan ha dejado claro que su enfoque se basa en la autenticidad. No se trata solo de hacer negocios, sino de hacerlo de manera que refleje sus valores y creencias. La conexión con las mujeres que producen en Cesta Collective y otras marcas que apoya es un testimonio de su compromiso con el empoderamiento femenino y la sostenibilidad. A través de esta trayectoria, Meghan Markle ha demostrado que su relevancia en la industria de la moda no se limita a su estilo personal o su imagen pública. Su capacidad para identificar y respaldar iniciativas que promueven el cambio social es, quizás, su mayor contribución. Al hacerlo, no solo desafía las normas establecidas, sino que también allana el camino para que otras mujeres emprendedoras sigan su ejemplo. En última instancia, la historia de Meghan y Enrique no se define únicamente por su vida como miembros de la realeza, sino por su evolución como emprendedores y defensores de causas importantes. Mientras continúan explorando su nuevo papel en el mundo, Meghan parece estar liderando con el ejemplo, demostrando que es posible combinar el éxito empresarial con un compromiso genuino por mejorar el mundo. Este enfoque puede cambiar la narrativa sobre lo que significa ser una figura pública en la actualidad, iluminando un camino hacia un futuro más inclusivo y consciente.

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