Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El peso mexicano enfrentó un duro golpe el martes, liderando las pérdidas entre sus principales pares tras la aprobación de un plan integral de reforma judicial propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Este desarrollo ha generado inquietud entre los inversionistas, quienes perciben la reforma como una amenaza al Estado de derecho en México, un país que ya lidia con profundos problemas de corrupción y crimen organizado. La reforma, que propone que todos los jueces federales sean elegidos por voto popular, en lugar de ser designados, fue aprobada por un comité clave del Congreso. Este avance rápido sorprendió a muchos analistas, quienes esperaban una negociación más dilatada que pudiera diluir algunas de las propuestas más controvertidas. Marco Oviedo, un estratega de XP Investimentos, expresó que había incredulidad sobre la falta de modificaciones en la propuesta original, lo que ha llevado a un aumento en la incertidumbre económica. Los defensores de la reforma argumentan que tiene como objetivo erradicar la corrupción en el sistema judicial. Sin embargo, las críticas han sido contundentes. Los opositores advierten que este cambio podría socavar la independencia judicial y, a su vez, erosionar los controles del poder del partido gobernante, Morena. La situación ha provocado un clima de tensión en el país, donde los trabajadores del sistema judicial han lanzado huelgas nacionales en oposición a la reforma. La preocupación se ha intensificado aún más con la advertencia del embajador estadounidense Ken Salazar, quien señaló que las reformas representarían un "riesgo importante" para la democracia en México. Estas inquietudes no están infundadas, ya que se teme que el cambio en el sistema judicial pueda facilitar la infiltración de cárteles de drogas en las instituciones del país, un problema que ha sido endémico en México durante años. Con el nuevo Congreso tomando posesión la próxima semana, el debate sobre la reforma se intensificará y requerirá una aprobación de dos tercios en ambas cámaras. Esto plantea un nuevo conjunto de desafíos para el gobierno de AMLO, que se enfrenta a un periodo de transición mientras se prepara para ceder el poder a su sucesora, Claudia Sheinbaum, en octubre. A medida que se desarrollan estos acontecimientos, los mercados han reaccionado negativamente. El peso mexicano se hundió un 1.4%, alcanzando un nivel de 19.67 por dólar, lo que lo convirtió en la moneda con peor desempeño a nivel global. Desde la elección legislativa del pasado junio, el peso ha perdido más del 13% de su valor frente al dólar, un cambio dramático en comparación con su fortaleza en años anteriores. Los analistas han comenzado a aconsejar a los inversionistas que reconsideren sus posiciones en activos mexicanos. Morgan Stanley, por ejemplo, ha rebajado su calificación para las acciones en México a "underweight", citando las recientes reformas como un factor que aumenta el riesgo. La incertidumbre sobre la economía estadounidense también ha añadido presión sobre el peso, que ha visto una masiva venta en las operaciones de carry trade. La situación actual del peso es un reflejo de un cambio radical en las expectativas de los inversionistas. Anteriormente, la moneda gozó de una fortaleza inusitada, respaldada por tasas de interés récord, prudencia fiscal y una relativa estabilidad política. Sin embargo, la reciente serie de decisiones políticas ha dejado a muchos cuestionando la estabilidad futura de estas condiciones. En este contexto, la comunidad financiera está en alerta máxima. Los estrategas de Citigroup y Goldman Sachs han cerrado posiciones alcistas sobre el peso, señalando que no hay catalizadores a corto plazo que sugieran una recuperación. En las próximas semanas, se espera que el ruido en torno a la reforma judicial continúe, lo que podría influir en las decisiones de inversión y en la confianza general en la economía mexicana. La incertidumbre que rodea a las reformas judiciales no solo afecta al peso y a los mercados, sino que también tiene implicaciones más amplias para el futuro político y económico de México. En un momento en que el país se encuentra en una encrucijada, la dirección que tomen estas reformas podría definir el camino hacia la consolidación o el debilitamiento de las instituciones democráticas en el país.