Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La película "Romper el círculo", una adaptación de la exitosa novela de Colleen Hoover, ha generado un intenso debate entre expertos en violencia doméstica y los espectadores. La historia sigue la vida de Lily Bloom, interpretada por Blake Lively, quien se enfrenta a un matrimonio marcado por el maltrato físico y emocional. Si bien muchos reconocerán que la representación de los abusos es, en ciertos momentos, vívida y auténtica, los profesionales han señalado que la narrativa simplifica gravemente la complejidad de escapar de una relación abusiva. Uno de los puntos más criticados es la facilidad con la que Lily toma la decisión de dejar a su esposo, Ryle Kincaid, tras un episodio violento. En la realidad, salir de una relación abusiva es un proceso complicado, y muchos expertos afirman que una persona puede necesitar hasta siete intentos antes de conseguirlo de verdad. Esta simplificación en la trama puede dar la impresión errónea de que el abandono de una relación tóxica es tan simple como tomar una decisión en un momento de claridad, cuando en la mayoría de los casos esto está lejos de ser verdad. Pamela Jacobs, directora ejecutiva del National Resource Center on Domestic Violence, menciona que, aunque la película presenta fallas, también logra capturar la esencia de los malos tratos de manera impactante. Es fundamental que las audiencias reconozcan los elementos de verdad en la representación del abuso, aunque al mismo tiempo se debe tener precaución con la forma en que se aborda la salida de estas relaciones. La realidad de la violencia doméstica es a menudo oscura y compleja, llena de miedo y manipulación emocional que no siempre se pueden resolver con un solo acto de valentía. Los expertos en el tema advierten que al retratar a Lily como una mujer que, tras un solo episodio de violencia, decide dejar su relación puede trivializar la experiencia de muchas personas que enfrentan circunstancias similares. La violencia doméstica no solo se manifiesta en actos físicos, sino también en patrones de control emocional y psicológico que pueden dejar cicatrices profundas. Así, el hecho de que la protagonista se aleje sin enfrentar las repercusiones típicas de tal decisión puede ser un mensaje engañoso para aquellos que se ven atrapados en situaciones similares. Además, el filme puede contribuir a la noción errónea de que el amor verdadero puede superar cualquier obstáculo, incluso el abuso. Esta idea romántica puede llevar a las víctimas a pensar que sus parejas pueden cambiar, perpetuando así ciclos de abuso. La película podría haberse beneficiado al incluir una representación más matizada de las dinámicas de poder y control que son comunes en estas relaciones. A pesar de sus deficiencias, "Romper el círculo" también puede servir como una plataforma para crear conciencia sobre la violencia doméstica. La visibilidad del tema en un formato popular puede alentar a los espectadores a buscar más información y recursos, así como a iniciar conversaciones sobre un asunto que a menudo se mantiene en la sombra. En este sentido, la película tiene un potencial educativo que no se debe subestimar. No obstante, es crucial que los espectadores que se confronten con la narrativa de la película no pierdan de vista la complejidad de la realidad del abuso. La representación de la violencia doméstica en los medios de comunicación debe hacerse con responsabilidad y precisión para evitar la desinformación. Los medios tienen el poder de influir en la percepción pública, y en un tema tan delicado como la violencia doméstica, esto es fundamental. Finalmente, "Romper el círculo" abre una puerta importante para discutir el maltrato doméstico y sus consecuencias. Sin embargo, es esencial que estas conversaciones se acompañen de información adecuada y recursos de apoyo para quienes se encuentran en situaciones de abuso. La clave está en promover una comprensión más profunda del problema y en empoderar a las personas para que busquen ayuda de manera efectiva, reconociendo que salir de una relación tóxica es un proceso que a menudo requiere tiempo, apoyo y, sobre todo, comprensión.