JNE propone ley para vetar a condenados en liderazgo de partidos políticos en Perú

JNE propone ley para vetar a condenados en liderazgo de partidos políticos en Perú

El JNE propone ley para impedir que condenados por delitos graves lideren partidos políticos en Perú, buscando mayor transparencia y ética.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha presentado un proyecto de ley que busca establecer criterios más estrictos en la regulación de los fundadores y directivos de los partidos políticos en Perú. Esta iniciativa propone que aquellas personas que hayan sido condenadas por graves delitos, tales como terrorismo, apología al terrorismo, tráfico ilícito de drogas, violaciones a la libertad sexual, corrupción y otros delitos relacionados, no puedan ocupar cargos de liderazgo en las organizaciones políticas del país. La medida surge en un contexto donde la integridad y la transparencia en la vida política son cada vez más demandadas por la ciudadanía. Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la suspensión de la participación de un partido político en el proceso electoral en curso o en el más próximo, si se confirma que alguno de sus fundadores o directivos ha sido condenado por los delitos mencionados y no ha sido removido del cargo. Esta propuesta refleja un esfuerzo por garantizar que quienes lideran las organizaciones políticas sean individuos con una conducta moral intachable, ya que estos son los encargados de representar a la ciudadanía y tomar decisiones importantes para el futuro del país. Además de la prohibición de condenas, el JNE propone que todos los directivos y fundadores de partidos políticos, así como de movimientos regionales, presenten una declaración jurada en la que se comprometan a respetar los principios democráticos, el Estado de derecho y los derechos fundamentales consagrados en la Constitución. Actualmente, esta obligación solo recae sobre los fundadores, lo que ha llevado a la necesidad de ampliar los requisitos para incluir también a los directivos, quienes desempeñan un papel crucial en la dirección de las políticas partidarias. La propuesta del JNE establece que la participación de un movimiento regional también será suspendida si sus dirigentes tienen conocimiento de alguna condena y no toman las medidas necesarias para retirar a la persona de su cargo. Este enfoque busca fomentar una cultura de responsabilidad y transparencia dentro de las organizaciones políticas, así como disuadir a aquellos que pudieran estar tentados a ignorar las condenas judiciales de sus miembros. El organismo electoral fundamenta su propuesta en la idea de que el derecho a fundar y organizar un partido político no es absoluto. Esta perspectiva reconoce que, en una sociedad democrática, es necesario establecer límites que garanticen la legitimidad y la ética en el ejercicio de la política. El JNE sostiene que la regulación debe observar los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad. El alcance de esta iniciativa se extiende a la inclusión de delitos como la apología al terrorismo y la corrupción, que ya son considerados impedimentos para ser candidatos en elecciones generales, regionales y municipales. Al incorporar estos delitos a la lista de prohibiciones para fundadores y directivos, el JNE busca crear un marco más robusto que proteja la integridad de la función política y salvaguarde la confianza de la ciudadanía en sus representantes. Es importante señalar que este tipo de ajustes en la legislación electoral son parte de un esfuerzo más amplio por reformar el sistema político del país, que ha enfrentado diversos escándalos de corrupción y crisis de confianza en los últimos años. La propuesta del JNE podría ser un paso significativo hacia la creación de un entorno político más limpio y responsable, donde los ciudadanos puedan confiar plenamente en quienes buscan representarlos. Sin embargo, la implementación de estas medidas requerirá un debate abierto y constructivo entre los diversos actores políticos del país. Será fundamental que los partidos y movimientos regionales se comprometan a cumplir con estos nuevos estándares y a adoptar una postura proactiva en la erradicación de prácticas corruptas y delitos graves dentro de sus filas. En conclusión, el proyecto de ley presentado por el JNE representa un avance crucial en la regulación de los partidos políticos en Perú. Al establecer criterios claros sobre la idoneidad de sus directivos, se busca restaurar la confianza en la política peruana y fomentar un ambiente en el que la ética y el compromiso democrático sean prioritarios. La sociedad civil, por su parte, tendrá un papel fundamental en la vigilancia y el apoyo a estas reformas, asegurando que el cambio no solo sea legislativo, sino también cultural.

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