Caracas, única ciudad latinoamericana entre las diez menos habitables del mundo

Caracas, única ciudad latinoamericana entre las diez menos habitables del mundo

Caracas es la ciudad menos habitable de América Latina, ocupando el puesto 164 en el índice de The Economist, destacando su crisis de estabilidad y violencia.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

La reciente publicación del índice anual de habitabilidad de The Economist Intelligence Unit ha arrojado una luz cruda sobre la realidad de Caracas, que se ha convertido en la única ciudad de América Latina que figura entre las diez menos habitables del mundo. Con un preocupante puesto 164 de un total de 173 ciudades evaluadas, la capital venezolana ha sido calificada con un escaso 44.9, siendo su desempeño más crítico en el factor de estabilidad, donde obtuvo solo 35 puntos. Esta alarmante situación pone de manifiesto la difícil realidad que enfrentan sus ciudadanos en un entorno cada vez más hostil. El estudio evalúa cinco factores clave para determinar la calidad de vida en las ciudades: estabilidad, atención médica, cultura y medio ambiente, educación e infraestructura. En el caso de Caracas, la estabilidad se ha visto gravemente afectada por la violencia, la represión política y la influencia de grupos delictivos, que han distorsionado la vida diaria de sus habitantes. La presencia de colectivos chavistas, en colaboración con guerrillas colombianas y actividades criminales, ha limitado las oportunidades económicas y sociales, empujando a muchos a buscar refugio en la capital, a pesar de las difíciles condiciones que allí se viven. Luis Alberto Villamarín, analista político, argumenta que la migración hacia Caracas es una de las causas que ha contribuido a que la ciudad alcance esta alarmante calificación. La presión de la crisis humanitaria en el país ha llevado a un éxodo hacia las grandes urbes, donde las personas intentan sobrevivir en medio de la escasez y la represión. Villamarín advierte que la situación podría empeorar si no se implementan cambios significativos en la administración del Estado, sugiriendo la necesidad de enfoques más racionales y menos ideologizados en la política de seguridad y el manejo de los asuntos públicos. Para comenzar a revertir esta situación, Villamarín propone una intervención internacional, liderada por un organismo como la ONU, para facilitar la reconstrucción de Venezuela. Esta intervención incluiría la negociación de una salida para Nicolás Maduro y el establecimiento de un plan de desarrollo integral a largo plazo. Sin una acción decisiva, el ciclo de caos, hacinamiento y violencia en Caracas y en otras partes del país podría intensificarse, generando un círculo vicioso de migración y desestabilización. El informe también revela que las ciudades que preceden a Caracas en el ranking de menor habitabilidad, como Kiev y Puerto Moresby, enfrentan desafíos similares, aunque cada uno en su contexto particular. La guerra en Ucrania y las crisis políticas en otros países explican, en parte, sus bajas puntuaciones. Sin embargo, lo que destaca en el caso de Caracas es la persistente crisis económica y política que ha ido escalando durante años, afectando todos los aspectos de la vida urbana. Mientras tanto, en el extremo opuesto de la tabla, ciudades como Viena, Copenhague y Zúrich han sido reconocidas como las más habitables del mundo, con puntuaciones que superan los 96 puntos. Estos entornos ofrecen estabilidad, atención médica de calidad, acceso a educación y una infraestructura sólida, contrastando drásticamente con la dura realidad que enfrenta Caracas. La ausencia de ciudades latinoamericanas en las listas de las más habitables subraya una tendencia preocupante en la región. El informe también menciona otras ciudades con condiciones de habitabilidad muy bajas, como Damasco y Trípoli, que han sido devastadas por años de conflicto armado. La comparación con Caracas es reveladora, ya que mientras estas ciudades han sufrido el impacto directo de la guerra, la capital venezolana se enfrenta a una crisis multifacética en la que la violencia, la represión y la corrupción juegan un papel central. La situación de Caracas no es simplemente un reflejo de su inestabilidad política, sino también de un colapso social y económico. La falta de oportunidades, la inseguridad y la desesperanza han llevado a muchos a buscar una salida del país, lo que a su vez perpetúa el ciclo de deterioro en el que se encuentra atrapada la ciudad. La necesidad urgente de una intervención internacional se hace más evidente a medida que el escenario se complica, y las alternativas para los ciudadanos se vuelven cada vez más limitadas. Este informe de The Economist es un llamado de atención no solo para los habitantes de Caracas, sino también para la comunidad internacional. La situación actual no puede ser ignorada, y la búsqueda de soluciones viables debe ser una prioridad. Sin un cambio significativo en la política y la gobernanza, Caracas continuará siendo un ejemplo estremecedor de lo que puede suceder cuando la estabilidad se desmorona, y el bienestar de los ciudadanos se convierte en una mera anécdota en medio del caos.

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