Bangladesh en caos mientras Sheikh Hasina huye, la liberación de Khaleda Zia desata el caos.

Bangladesh en caos mientras Sheikh Hasina huye, la liberación de Khaleda Zia desata el caos.

Bangladesh enfrenta una crisis mientras la primera ministra Sheikh Hasina huye en medio de protestas, lo que lleva a la liberación de Khaleda Zia y a planes para un gobierno interino.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política

En un giro dramático de los acontecimientos para Bangladés, la primera ministra Sheikh Hasina ha huido del país, sumiendo a la nación en la incertidumbre y el descontento. La renuncia, que se produjo en medio de protestas y violencia en aumento, fue rápidamente seguida por la liberación de la ex primera ministra encarcelada Khaleda Zia, un movimiento ordenado por el presidente Mohammed Shahabuddin. Esta decisión señala un cambio significativo en el panorama político, ya que se prevé la formación de un gobierno interino. En un discurso televisado, Waker-uz-Zaman, el jefe del ejército, anunció planes para reunirse con el presidente para acelerar la formación de un nuevo gobierno. Aunque enfatizó el compromiso del ejército con la estabilidad, se abstuvo de nombrar a un posible jefe para la administración interina. Su llamado a confiar en las fuerzas armadas fue subrayado por una promesa de investigar "todos los asesinatos, todas las injusticias" que ocurrieron bajo el mandato de Hasina. Las calles de Dhaka se han vuelto caóticas, con manifestantes expresando su ira saqueando la residencia de la primera ministra y atacando edificios gubernamentales. Los informes indican que al menos 20 personas han sido asesinadas a medida que estalló la violencia, incluidos intentos de destruir una estatua de Sheikh Mujibur Rahman, el líder de la independencia del país y padre de Hasina. En una respuesta contundente al descontento, se han desplegado fuerzas de seguridad en toda la ciudad, y los servicios de telefonía móvil fueron interrumpidos temporalmente. La renuncia deja un vacío de poder significativo en la política de Bangladés, que ha estado dominada durante mucho tiempo por la rivalidad entre el partido Awami League de Hasina y el Partido Nacionalista de Bangladés (BNP). Esta tensión ha pavimentado históricamente el camino hacia la inestabilidad política, incluidos numerosos golpes militares, el último de los cuales ocurrió en 2007. Mientras el país lidia con esta transición, el descontento social también ha visto un preocupante aumento de la violencia contra la minoría hindú. Debapriya Bhattacharya, un economista senior, señaló que los ataques a templos y a individuos han aumentado, alimentados por una percepción entre algunos manifestantes de que India, un país vecino que apoyó al gobierno de Hasina, está entrelazada con la comunidad hindú en Bangladés. Las autoridades interinas enfrentan un desafío inmediato para restaurar el orden y proteger a los grupos vulnerables. La partida de Hasina ha sido recibida con emociones encontradas. Mientras muchos celebran el fin de su largo mandato, sus aliados afirman que no regresará a la política. Su hijo, Sajeeb Wazed Joy, expresó su decepción ante la respuesta del público, indicando que la familia se siente desilusionada después de años de servicio. Elogió el legado de su madre, citando su papel en transformar a Bangladés de un estado en dificultades a una de las economías emergentes de Asia durante sus 20 años en el poder. Sin embargo, los críticos han pintado un cuadro diferente de su reinado, acusándola de violaciones de derechos humanos, incluidas desapariciones forzadas y represiones violentas a la disidencia. Mientras Bangladés se encuentra en esta encrucijada, la nación observa de cerca cómo el nuevo gobierno navegará estos desafíos y si podrá asegurar una transición pacífica en un entorno marcado por la división y el descontento. Los próximos días serán cruciales para determinar el futuro de Bangladés, ya que los líderes interinos asumen la monumental tarea de restaurar el orden y reconstruir la confianza en una sociedad profundamente fracturada.

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