Impacto de la migración venezolana en Perú: retos y oportunidades económicas

Impacto de la migración venezolana en Perú: retos y oportunidades económicas

Perú recibe más de un millón y medio de migrantes venezolanos, enfrentando retos y oportunidades en su integración y contribución económica.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, Central Hidro
Política

La migración venezolana hacia Perú ha sido un fenómeno transformador en la dinámica social y económica del país en los últimos años. Según un estudio del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y CHS Alternativo, Perú se ha convertido en el segundo país de Sudamérica con mayor recepción de inmigrantes venezolanos, con cifras que superan el millón y medio de personas, solo por detrás de Colombia. Este movimiento migratorio se ha visto impulsado por la grave crisis que atraviesa Venezuela, lo que ha llevado a muchos a buscar nuevas oportunidades en naciones cercanas. El informe revela que, del total de inmigrantes en Perú, el 51% se encuentra en situación irregular, lo que incluye a cerca de 949,784 venezolanos. Esta situación irregular está en gran parte relacionada con las demoras en los procesos de regularización, lo que complica aún más la integración de esta comunidad en la sociedad peruana. Además, el estudio señala que una gran parte de los recién llegados carece de información sobre el sistema de asilo, lo que limita sus posibilidades de regularizar su estatus. A pesar de los desafíos, el estudio también muestra que la opinión de los peruanos sobre la migración venezolana es ambivalente. Mientras que un 82.8% de los encuestados considera que el gobierno no está preparado para integrar a la población venezolana, un 40% de los peruanos confía en la capacidad de estos inmigrantes para ocupar cargos en sus negocios. Esta confianza es particularmente notable entre los jóvenes, quienes son más propensos a ver a los venezolanos como una adición valiosa a la economía local. Sin embargo, la llegada masiva de venezolanos también ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad y la competencia laboral. En varios momentos clave de los últimos años, se han registrado actitudes xenofóbicas, impulsadas en parte por la competencia en el mercado laboral y algunos incidentes de delincuencia. A pesar de que la mayoría de los venezolanos son migrantes en busca de trabajo, un pequeño porcentaje ha estado relacionado con actividades delictivas, lo que ha contribuido a una percepción negativa entre algunos sectores de la población peruana. El fenómeno migratorio ha evolucionado en cuatro etapas desde 2016. En la primera, cuando Perú comenzó a recibir a venezolanos, la mayoría de los migrantes eran profesionales calificados, gracias a políticas como el Permiso Temporal de Permanencia (PTP). Con el tiempo, sin embargo, la situación cambió y la llegada de migrantes de nivel socioeconómico más bajo se volvió más común, lo que generó una mayor presión sobre los recursos y servicios públicos. La pandemia de COVID-19 trajo consigo un cambio significativo en la dinámica migratoria. Muchos venezolanos se volvieron esenciales en el sector salud, contribuyendo activamente a la recuperación del país en un momento crítico. Más de 5,630 profesionales de la salud venezolanos trabajaron en la primera línea, participando en el tratamiento y cuidado de los peruanos durante la crisis sanitaria. A medida que las restricciones de movilidad fueron aumentando, la migración se tornó principalmente irregular, lo que facilitó la llegada de organizaciones criminales, exacerbando los problemas de seguridad pública en el país. Esto ha generado un contexto en el que se percibe a la migración venezolana a menudo como una carga más que como una oportunidad. Sin embargo, el director ejecutivo de CHS Alternativo, Ricardo Valdés, señala que es fundamental valorar las contribuciones de estos migrantes a la economía peruana. Valdés menciona que la migración venezolana no solo representa una fuerza laboral valiosa, sino que también trae consigo un potencial de crecimiento económico. Un estudio del Fondo Monetario Internacional ha proyectado que la presencia de migrantes venezolanos podría contribuir a un crecimiento del PIB de Perú del 4% a través de su trabajo y consumo. Este impacto económico, aunque a menudo pasado por alto, subraya la necesidad de un enfoque más equilibrado sobre la migración, que reconozca tanto los retos como las oportunidades que presenta. En cuanto a la interacción social, el estudio revela que el uso de redes sociales es predominante entre los venezolanos y los peruanos, con Facebook siendo la plataforma más utilizada para mantenerse informados sobre la comunidad. La percepción sobre la convivencia entre ambas comunidades es variada, pero en general, un 24% de los encuestados identifica su experiencia con venezolanos como positiva. La falta de integración efectiva es un desafío que persiste, pues muchos venezolanos enfrentan barreras para homologar sus títulos profesionales y acceder a empleos que reflejen su formación. Las políticas públicas deben adaptarse para facilitar esta integración y capitalizar el potencial de estos migrantes en el tejido económico y social del país. Además, es crucial fomentar un entorno de respeto y convivencia, donde se reconozcan las contribuciones de la migración a la riqueza cultural y la fuerza laboral del Perú. En resumen, la migración venezolana ha presentado tanto retos como oportunidades para Perú. Si bien es evidente que el país enfrenta dificultades en su capacidad para gestionar la llegada de migrantes, también es innegable que estos han aportado al crecimiento del país y su economía. Un enfoque más comprensivo y humanitario hacia la migración podría abrir la puerta a una integración exitosa, que beneficie tanto a los inmigrantes como a la sociedad peruana en su conjunto.

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