EE. UU. Urge a sus ciudadanos a evacuar Líbano en medio de la escalada de tensiones en Oriente Medio.

En una situación que se está intensificando rápidamente en Oriente Medio, Estados Unidos ha tomado la medida de precaución de instar a sus ciudadanos en Líbano a abandonar el país lo antes posible. La embajada de EE. UU. emitió una advertencia clara el sábado, aconsejando a aquellos que decidan quedarse que "preparen planes de contingencia" y estén listos para "refugiarse en su lugar durante un período prolongado". Este aviso se produce en medio de informes sobre cancelaciones y suspensiones significativas de vuelos, con muchas aerolíneas que han cesado operaciones o se han quedado sin boletos disponibles. A pesar de estos desafíos, la embajada aseguró a los estadounidenses que "las opciones de transporte comercial para salir de Líbano siguen disponibles". El Pentágono está respondiendo a las crecientes tensiones desplegando buques de guerra y aviones de combate adicionales en la región, con el objetivo de fortalecer la defensa de Israel contra posibles amenazas de Irán y sus grupos aliados. La situación ha provocado respuestas similares de los aliados, con el Reino Unido enviando personal militar y consular adicional para ayudar con cualquier evacuación. Funcionarios británicos han enfatizado la urgencia de la situación, instando a los ciudadanos a salir de Líbano mientras los vuelos comerciales aún estén operativos. El trasfondo de estos desarrollos es un aumento brusco de las hostilidades entre Israel y sus adversarios. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha advertido que "días desafiantes se avecinan" mientras la nación se prepara para posibles acciones de represalia por parte de Irán. Tras un ataque en los Altos del Golán, ocupados por Israel, que resultó en la muerte de 12 niños y adolescentes, Israel ha prometido una represalia "severa" contra Hezbolá, a quien acusó de orquestar el ataque, una acusación que Hezbolá ha negado. El conflicto se intensificó aún más con el asesinato del alto comandante de Hezbolá, Fuad Shukr, en un ataque aéreo israelí en Beirut, que también cobró la vida de otras cuatro personas, incluidos dos niños. Esta serie de eventos violentos culminó con la muerte del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, durante su visita a Irán, donde asistía a la inauguración del nuevo presidente del país. Las ramificaciones de su asesinato son significativas, con el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, declarando públicamente que Israel enfrentará un "castigo severo". Los observadores internacionales están monitoreando de cerca la situación, con temores de que Irán pueda retaliar de una manera reminiscentes a sus respuestas anteriores a agresiones percibidas. Una reciente declaración del Ministro de Relaciones Exteriores en funciones de Irán, Ali Baqeri Kani, indicó una resolución de "castigar" a Israel, alimentando las preocupaciones de un conflicto regional más amplio. A medida que las tensiones aumentan y la posibilidad de violencia se cierne, la situación sigue siendo precaria. EE. UU. y sus aliados están tomando las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, mientras los esfuerzos diplomáticos continúan con la esperanza de evitar una escalada más amplia en la región. Los próximos pasos que tomen ambas partes serán cruciales para determinar la trayectoria de este conflicto volátil.