Los aprendices de oficios tradicionales revitalizan la iglesia de Lancaster, cerrando la brecha de habilidades en conservación.

En un movimiento significativo para abordar la brecha de habilidades en el sector de la conservación, un grupo de entusiastas aprendices de oficios del patrimonio ha emprendido un ambicioso proyecto para reparar una iglesia catalogada en Lancaster. Este esfuerzo colaborativo no solo tiene como objetivo preservar la estructura histórica, sino también proporcionar una experiencia práctica invaluable para los aprendices involucrados. Kathrine Graf, una aprendiz de cantería, expresó su entusiasmo por la iniciativa, afirmando: "Este proyecto ofrece la oportunidad perfecta para demostrar lo que hemos aprendido en nuestros respectivos oficios." Los sentimientos de Graf reflejan una preocupación más amplia en la industria, ya que investigaciones indican una creciente escasez de habilidades especializadas necesarias para la reparación y conservación de edificios. La organización benéfica Heritage Crafts ha advertido que varios oficios tradicionales en el Reino Unido, incluidos el tallado de sílex, la albañilería de ladrillos calibrados, la fabricación de vidrieras y la colocación de tejas, están en riesgo de extinción si no se fomentan activamente. Bullen Conservation, la empresa que lidera las obras de reparación en Lancaster, está comprometida no solo con la restauración de la iglesia, sino también con el fomento de la próxima generación de artesanos. Los aprendices recibirán capacitación en el lugar de trabajo de maestros artesanos experimentados y también participarán en talleres en el Lancaster and Morecambe College. Allí, aprenderán habilidades esenciales como la mezcla de mortero de cal caliente, techado de pizarra, cantería, enyesado, carpintería y albañilería de barro. A lo largo de cinco semanas, los aprendices están directamente involucrados en la reparación del techo de la iglesia y la albañilería en altura. Esta experiencia inmersiva les permite aprender y perfeccionar habilidades tradicionales que a menudo se pasan por alto en la construcción moderna. Ellen Hunt, una aprendiz de vidrieras, compartió su experiencia personal que la llevó a este proyecto. "Solicité participar porque tengo una profunda pasión por el patrimonio cultural y su preservación", explicó la joven de 23 años. Su amor por las ventanas de vidrio de colores floreció durante sus estudios en Italia, lo que la llevó a inscribirse en una clase para principiantes a su regreso a casa. "Nunca he trabajado en un edificio patrimonial antes, y esto es lo que hace que esta oportunidad sea tan emocionante para mí", agregó, destacando las puertas que esta experiencia está comenzando a abrir para ella. El proyecto de la iglesia de Lancaster encarna una intersección crucial de educación, preservación de habilidades y patrimonio cultural. A medida que los aprendices trabajan junto a profesionales experimentados, no solo están aprendiendo las complejidades de sus oficios, sino que también están desempeñando un papel vital en la salvaguarda de las narrativas históricas incrustadas en las estructuras que ayudan a restaurar. Esta iniciativa se erige como un testimonio de la importancia de invertir en oficios tradicionales y de asegurar que las habilidades transmitidas a través de generaciones continúen prosperando en los años venideros.