Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El estreno de "No negociable" en Netflix México ha generado una nueva ola de interés en torno al thriller de secuestros y rescates, un género que parece haberse agotado en términos de originalidad. Sin embargo, esta película, dirigida por Juan Taratuto y protagonizada por Mauricio Ochmann, ha logrado refrescar la fórmula con un guion sólido que desafía las expectativas del espectador. La trama se centra en Alan Bender, un negociador de la Policía que enfrenta un dilema personal y profesional cuando se ve obligado a intervenir en el secuestro del presidente del país. Mauricio Ochmann, conocido por su amplia trayectoria en el cine y la televisión mexicana, interpreta a un personaje que no es solo un experto en su campo, sino un padre y esposo en conflicto. A medida que avanza la narrativa, se revela que su dedicación al trabajo ha dejado de lado su vida familiar, un tema que resuena con muchos en la actualidad. Bender, caracterizado como un estudiante universitario común, es la representación de un hombre atrapado entre sus responsabilidades laborales y sus deberes familiares, un conflicto que agrega profundidad a la historia. La película ofrece un giro interesante en su narrativa, al presentar al secuestrador, interpretado por Leonardo Ortizgris, como un personaje complejo con motivaciones que van más allá del simple deseo de dinero. Vicente, el villano, busca justicia social y expresa su frustración por las injusticias que ha sufrido, lo que proporciona una crítica pertinente a las fallas del sistema. Esta humanización del antagonista añade una capa de complejidad a la historia y provoca que el espectador cuestione su propia percepción sobre el bien y el mal. Desde su inicio, "No negociable" establece un tono que combina momentos de humor con un creciente sentido de urgencia y drama. Los interludios cómicos, como las interacciones entre Alan y su esposa, Victoria, interpretada por Tato Alexander, sirven para aligerar la tensión antes de que la trama se oscurezca. Este uso efectivo del humor permite que el espectador se conecte emocionalmente con los personajes antes de ser arrastrado a una narrativa más oscura. A medida que la trama se desarrolla, el espectador se ve inmerso en una serie de eventos que ponen a prueba no solo las habilidades profesionales de Alan, sino también su fortaleza personal. La tensión aumenta cuando se hace evidente que su familia también está en peligro, lo que eleva las apuestas y convierte el rescate en un asunto personal. Este cambio de enfoque transforma la película en un thriller emocional que resonará con aquellos que han experimentado la lucha entre el deber y el amor familiar. Aunque "No negociable" presenta una historia intrigante, no está exenta de defectos. Algunas inconsistencias en la trama, como la desaparición temporal de ciertos personajes y la falta de atención a detalles críticos, pueden desentonar con el ritmo de la película. Sin embargo, a pesar de estas fallas, la narrativa logra mantener la atención del espectador y ofrecer un resultado satisfactorio. Además, la película aprovecha el talento de su elenco, con personajes bien definidos que aportan a la historia. A pesar de que algunos roles secundarios podrían haber sido desarrollados con más profundidad, la interpretación de Ortizgris como el secuestrador es un punto destacado. Su capacidad para transmitir una mezcla de desesperación y determinación agrega un nivel de credibilidad a la historia, lo que permite que el espectador empatice, en cierta medida, con él. La tensión se intensifica a medida que el tiempo avanza y la situación se vuelve cada vez más incontrolable. Alan se encuentra cada vez más aislado en su misión, lo que subraya la soledad que siente no solo en su papel como negociador, sino también como padre y esposo. Esta experiencia dual refuerza el mensaje de que, a menudo, las decisiones que tomamos en el trabajo pueden tener repercusiones graves en nuestras vidas personales. En última instancia, "No negociable" logra ofrecer una experiencia cinematográfica que va más allá de un simple thriller. La película se convierte en un comentario sobre la vida moderna y las luchas a las que se enfrenta una sociedad marcada por la corrupción y el desencanto. A través de su narrativa, Taratuto plantea preguntas sobre la justicia, la responsabilidad y la familia, desafiando a los espectadores a reflexionar sobre sus propias vidas. El resultado es una obra que, a pesar de sus imperfecciones, se sostiene como una propuesta valiosa en el panorama del cine mexicano actual. Con una mezcla de acción, drama y crítica social, "No negociable" no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión, un logro digno de mención en un género tan abarrotado y a menudo predecible.