Israel ataca Líbano tras un mortal ataque con cohetes, aumentan las tensiones en medio de la crisis regional.

En una escalada significativa de las hostilidades, el ejército israelí lanzó ataques de represalia en Líbano en la madrugada del domingo tras un mortal ataque con cohetes desde el norte que dejó al menos 12 muertos en una localidad controlada por Israel. El ataque, que ocurrió el sábado, impactó a una comunidad árabe en los Altos del Golán, una región estratégicamente importante que Israel capturó a Siria durante la guerra árabe-israelí de 1967. El ejército israelí atribuyó el fuego de cohetes a Hezbollah, una poderosa milicia respaldada por Irán en Líbano, conocida por su larga relación adversarial con Israel. Sin embargo, Hezbollah ha negado la responsabilidad por el ataque, dejando abiertas preguntas sobre las motivaciones detrás de la escalada. Este incidente ocurre en medio de tensiones continuas en la región, particularmente mientras Israel ha estado involucrado en un intenso conflicto con Hamas en Gaza durante varios meses. Los dos frentes de conflicto generan alarma de que la situación podría desembocar en una confrontación más amplia. Los ataques israelíes apuntaron a localidades en el sur de Líbano conocidas por albergar posiciones de Hezbollah, junto con un sitio menos frecuentemente atacado en el valle de Bekaa. Si bien estas medidas de represalia no llegaron a ser una respuesta militar a gran escala, no obstante, señalan la disposición de Israel para responder a lo que percibe como provocaciones. Los analistas advierten que una continuación de las represalias podría escalar en una confrontación más severa, particularmente si Israel decide intensificar aún más sus acciones militares. El primer ministro Benjamin Netanyahu, quien se encontraba en Estados Unidos en el momento del ataque con cohetes, anunció planes para acortar su viaje y regresar a casa para liderar una reunión con altos funcionarios del gobierno. Su oficina emitió una advertencia severa de que "Hezbollah pagará un alto precio que no ha pagado hasta ahora", indicando que el gobierno israelí está contemplando medidas más contundentes en respuesta al ataque. La ubicación del ataque con cohetes ha añadido una capa de complejidad a la situación. Los Altos del Golán, que alberga a una población significativa de árabes drusos—aproximadamente 20,000—ha sido durante mucho tiempo un área conflictiva. Muchos residentes de este territorio aún se identifican con Siria y resisten la ciudadanía israelí, complicando el paisaje sociopolítico de la región. La anexión de los Altos del Golán por parte de Israel en 1981 sigue siendo en gran medida no reconocida internacionalmente, a pesar del reconocimiento de la administración Trump. A medida que las tensiones continúan latentes, la comunidad internacional observa con atención, preocupada de que una mayor escalada podría encender un conflicto más amplio en una región ya volátil. La secuencia de eventos subraya el precario equilibrio de poder en Oriente Medio y enfatiza la urgente necesidad de esfuerzos diplomáticos para desescalar las tensiones antes de que se salgan de control.