Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Un trágico ataque con cohetes en los Altos del Golán, un territorio ocupado por Israel, ha dejado un saldo devastador de nueve muertos y numerosos heridos. El incidente, que tuvo lugar en un campo de fútbol de la aldea drusa de Majdal Shams, se ha incrementado en gravedad ante la actual escalada de violencia en la región, en la que los enfrentamientos entre Israel y grupos armados en Líbano se han intensificado. Según reporta el Canal 13 de Israel, este ataque se considera el más mortífero contra civiles israelíes desde los atentados perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2023. Los servicios de emergencias israelíes informaron que, además de los muertos, varios heridos se encuentran en estado crítico a raíz del impacto del cohete, lo que ha llevado a las autoridades a calificar la destrucción en el lugar como significativa. Un médico que atendió a los heridos describió el escenario como devastador, con fuego y caos en el campo de fútbol, un espacio que normalmente alberga la pasión local por el deporte y la comunidad. Este ataque se produce en medio de un ciclo de represalias que comenzó tras un ataque aéreo israelí en el sur de Líbano, donde se reportó la muerte de cuatro militantes. Según fuentes de seguridad en Líbano, estos combatientes pertenecían a varios grupos armados, entre ellos Hezbolá. La tensión ha escalado drásticamente desde que el conflicto se reavivó después de los ataques de Hamás, lo que ha llevado a un aumento en la actividad militar en ambos lados de la frontera. El ejército israelí afirmó que su ofensiva en Kfarkila, donde murieron los cuatro militantes, fue una respuesta a la creciente amenaza que representa Hezbolá. Aseguró haber atacado una estructura militar del grupo, después de detectar una célula militante que operaba desde allí. Esta acción provocó una serie de ataques de represalia por parte de Hezbolá, que incluyeron disparos de cohetes Katyusha. A pesar de las acusaciones de Israel, Hezbolá se ha apresurado a negar cualquier implicación en el ataque a Majdal Shams. En un comunicado, el grupo libanés, respaldado por Irán, rechazó categóricamente las acusaciones, lo que deja en el aire la responsabilidad por el trágico suceso. No obstante, el ejército israelí sostiene que el lanzamiento de cohetes fue obra de Hezbolá, lo cual aumenta las tensiones entre ambas partes en un momento ya delicado. La negación de Hezbolá de estar involucrado en este ataque plantea interrogantes sobre la dinámica de poder en la región y el posible impacto que podría tener sobre la población civil, que ha sido atrapada en medio de este conflicto prolongado. Esta es una situación que ha llevado a una creciente preocupación internacional sobre la escalada de violencia y sus repercusiones. Desde el inicio de la guerra en Gaza, el intercambio de disparos y ataques entre Israel y Hezbolá ha aumentado, recordando a muchos el conflicto anterior de 2006. La comunidad internacional observa con inquietud, ya que la situación parece estar lejos de una resolución pacífica. Los líderes mundiales han urgido a ambas partes a la moderación, pero los hechos sobre el terreno continúan complicando cualquier intento de mediación. La muerte de los nueve civiles en Majdal Shams se suma a una larga lista de tragedias que han marcado el conflicto israelo-libanés. La población civil, que a menudo se encuentra atrapada en medio de las hostilidades, sufre las consecuencias de decisiones políticas y militares tomadas en las altas esferas de poder. La proximidad de los eventos recientes a la crisis en Gaza solo ha exacerbado la fragilidad de la paz en la región. A medida que las autoridades israelíes investigan el ataque y buscan respuestas, las familias de las víctimas enfrentan un dolor inconmensurable. La comunidad de Majdal Shams, que ya ha vivido momentos de tensión y miedo, se ve ahora enfrentada a la realidad de una pérdida devastadora. Este ataque no solo resalta las tensiones entre Israel y los grupos armados en Líbano, sino que también pone de manifiesto el sufrimiento humano que conlleva cada nuevo episodio de violencia en esta larga historia de conflicto.