Migrantes venezolanos ven en elecciones una esperanza de cambio y futuro mejor

La situación de los migrantes venezolanos que buscan cruzar a Estados Unidos desde la frontera con México refleja una profunda esperanza de cambio en su país. Este sentimiento se intensifica en la antesala de las elecciones presidenciales en Venezuela, donde muchos ven en el proceso electoral una oportunidad para transformar su realidad. Abel Jesús Álvarez, un joven de 22 años, es uno de esos migrantes que confían en que el próximo presidente traerá consigo un nuevo rumbo para su nación. "Dios quiera y haya cambio", expresó mientras se encontraba en Ciudad Juárez, un punto de paso crucial para miles de venezolanos que buscan un futuro mejor. El contexto electoral en Venezuela es complejo. Nicolás Maduro, quien ha estado en el poder desde 2013, busca su reelección en una contienda que se antoja polarizada. Para muchos venezolanos, como Álvarez, el gobierno actual no ha cumplido con las expectativas. "No sirve de nada", afirmó el joven, quien ha sido parte de los siete millones de venezolanos que han dejado su país debido a la grave crisis socioeconómica. La figura del opositor Edmundo González Urrutia se ha convertido en un símbolo de esperanza para quienes anhelan un cambio en el rumbo de la nación. Yara Ruiz, una venezolana de 43 años, también comparte esta percepción. La crisis económica, la falta de trabajo y la escasez de alimentos la llevaron a dejar a sus dos hijas en su país natal en busca de mejores oportunidades. En el albergue donde se encuentra, Ruiz enfatiza que la responsabilidad de la crisis recae sobre el gobierno de Maduro. "Este presidente nos tiene en la ruina", lamentó, mientras hacía un llamado a la población venezolana a salir a votar y apoyar un cambio que, para ella, es urgente. Aunque no puede figurar en la boleta electoral, muchas de las esperanzas de los migrantes se centran en María Corina Machado, quien ha sido un referente de la oposición. Su ausencia en las elecciones por la inhabilitación política no ha disminuido el fervor que sus seguidores sienten hacia ella. Ruiz, como tantos otros, ora por su victoria, convencida de que un gobierno liderado por Machado podría ser la solución a los problemas que aquejan a Venezuela. Argenis Alexander Betancourt, un migrante de 30 años, también ve en la figura de Machado una "luz al final del túnel". Para él, el eventual triunfo del candidato opositor significaría un primer paso hacia la restauración de la economía de su país. "Esperaría un tiempo para ver cómo se restablece todo y así poder volver", aseguró, reflejando el deseo de regresar a un hogar que consideran que aún puede renacer. El ambiente electoral en Venezuela, sin embargo, es tenso. Las denuncias de la prohibición de entrada a observadores internacionales por parte del gobierno, así como la deportación de figuras políticas, generan un clima de incertidumbre. Las elecciones que se celebrarán este domingo son consideradas unas de las más difíciles en la historia del chavismo, con un Maduro que enfrenta un alto descontento social y una oposición que busca capitalizar este descontento. Mientras tanto, los sondeos parecen favorecer a González Urrutia, quien promete un cambio y la reconciliación necesaria para que Venezuela recupere la confianza de sus ciudadanos, así como un eventual regreso de los migrantes que se han visto forzados a abandonar su patria. Estos votantes en el extranjero ven en el proceso electoral una oportunidad de influir en el futuro del país, a pesar de la distancia y las dificultades que enfrentan. La jornada electoral, que se vislumbra como un punto crucial, no solo para Maduro y su gobierno, sino para millones de venezolanos en el exterior, podría determinar el futuro no solo de quienes aún viven en Venezuela, sino también de aquellos que imploran por un cambio desde tierras lejanas. La fe en el cambio se erige como un hilo conductor en las historias de los migrantes, que ven en cada elección una posibilidad de esperanza, un motivo para seguir luchando por un regreso a su país con un futuro diferente. La situación en la frontera entre México y Estados Unidos, donde muchos migrantes esperan cruzar, es un reflejo de la desesperación y el anhelo de un futuro mejor. La vida de estos venezolanos, marcada por el abandono y la búsqueda de un sueño, resuena en la comunidad internacional. Este fin de semana, mientras Venezuela acude a las urnas, el mundo observará con atención, consciente de que las decisiones tomadas en este contexto electoral tendrán repercusiones no solo en el país sudamericano, sino también en la diáspora que busca un nuevo comienzo.