Migrantes venezolanos en la frontera esperan cambios tras elecciones en su país

Migrantes venezolanos en la frontera esperan cambios tras elecciones en su país

Migrantes venezolanos en la frontera con EE. UU. esperan elecciones en su país, anhelando un cambio político que les permita regresar.

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política

Mientras los migrantes venezolanos se encuentran en la frontera entre México y Estados Unidos, esperando cruzar hacia un futuro incierto, sus pensamientos están dirigidos hacia las elecciones presidenciales que se celebrarán este domingo en su país. Con la esperanza de un cambio político que les permita regresar a su tierra, muchos de ellos confían en que los comicios marcarán el inicio de un nuevo rumbo para Venezuela, actualmente atrapada en una crisis socioeconómica devastadora. Abel Jesús Álvarez, un joven de 22 años, es uno de esos migrantes que ha dejado atrás su hogar en busca de mejores oportunidades. Desde la ciudad fronteriza de Juárez, comparte sus esperanzas por un triunfo del opositor Edmundo González Urrutia. “El gobierno de Nicolás Maduro no sirve de nada”, afirma con determinación, reflejando el sentir de millones que han decidido abandonar su país en los últimos años. El hambre, la falta de servicios básicos y la represión han orillado a más de siete millones de venezolanos a buscar refugio en otras naciones. La situación política en Venezuela es tensa y cargada de incertidumbre. A tan solo días de la elección, la atmósfera se siente pesada. Maduro, quien busca un tercer mandato en el poder, se enfrenta a una oposición que, a pesar de las adversidades, ha logrado organizarse para asegurar la transparencia en el proceso electoral. Los migrantes que esperan cruzar hacia Estados Unidos están al tanto de la importancia de estas elecciones, no solo para su país, sino también para sus propias vidas. “Le pido a Dios y oro mucho. Ojalá que gane esa señora (María Corina Machado)”, expresó Ruiz, otro migrante que, al igual que Álvarez, ha puesto sus esperanzas en el cambio político. Aunque Machado no figura en la boleta debido a una inhabilitación política, su influencia persiste. El candidato opositor, González Urrutia, se ha convertido en su representación y los migrantes ven en él una oportunidad de redención para una nación que ha sufrido por la ineficacia del régimen actual. Argenis Alexander Betancourt, de 30 años, también comparte este sentimiento de anhelo. Reconoce que un eventual triunfo opositor podría permitirle regresar a Venezuela, aunque aclara que no lo haría de inmediato. “Es necesario un tiempo para que el nuevo gobierno restablezca la economía”, señala, evidenciando la profunda crisis que ha dejado huellas imborrables en todos los aspectos de la vida cotidiana en su país. Sin embargo, la elección se ve empañada por la represión del gobierno. El rechazo a la participación de observadores internacionales ha generado preocupación en la comunidad migrante y en quienes aún residen en Venezuela. Varios exgobernantes y figuras políticas han sido deportados o se les ha negado la entrada, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia del proceso electoral. Esta situación ha hecho que muchos migrantes desconfíen de la legitimidad de los resultados que puedan surgir. Maduro, por su parte, ha declarado que su triunfo garantizaría la paz en el país, poniendo de relieve la polarización que caracteriza la política venezolana. Su advertencia de que la llegada de la oposición al poder podría desencadenar un “baño de sangre” resuena con fuerza entre aquellos que han sido testigos de la violencia y la represión en años recientes. Sin embargo, para los migrantes, la idea de un nuevo liderazgo representa una luz de esperanza en medio de la oscuridad. Los días previos a las elecciones son cruciales y la incertidumbre se siente en el aire. Las esperanzas de miles de venezolanos que se encuentran en el extranjero están atadas a lo que suceda en las urnas. Para muchos, como Álvarez, Betancourt y Ruiz, el resultado podría determinar no solo su futuro, sino también el de sus familias que han quedado atrás. La posibilidad de regresar a un país en reconstrucción es un deseo que comparten con fervor, al mismo tiempo que son conscientes de los desafíos que les esperan. Así, mientras el reloj avanza hacia el día de la elección, el destino de Venezuela pende de un hilo. La comunidad migrante sigue atentamente cada movimiento, cada declaración, cada rumor que pueda influir en su anhelado regreso. La búsqueda de un cambio en su país está en sus corazones, y con la esperanza intacta, aguardan el desenlace que podría cambiar sus vidas para siempre.

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