Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Al menos 129 palestinos, la mayoría de ellos mujeres y niños, han perdido la vida en la ofensiva israelí lanzada hace tres días contra los barrios del este de la ciudad de Jan Yunis, ubicada en el sur de la Franja de Gaza. Estos trágicos eventos han dejado una estela de dolor y destrucción en la población civil de la región, con el hospital de Nasser al borde del colapso debido a la abrumadora cantidad de muertos y heridos, que supera los 400, con un centenar de personas sin poder ser trasladadas a centros médicos. La situación se torna aún más crítica en el barrio de Bani Suheila, uno de los sectores que las autoridades israelíes habían ordenado evacuar, pero donde aún quedan residentes, pacientes y heridos atrapados en medio de los combates. El Gobierno gazatí reporta que más de 200 casas y edificios residenciales han sido bombardeados, con más de 1.300 llamamientos de familias asediadas en busca de ayuda y protección. Las autoridades en Gaza han denunciado enérgicamente estos ataques, instando a la comunidad internacional a detener de manera inmediata las masacres y crímenes que se están cometiendo en la región. Por su parte, el Ejército israelí ha justificado sus acciones alegando la presencia de células terroristas en la zona, llevando a cabo ataques aéreos y terrestres que han resultado en nuevas pérdidas de vidas inocentes. Esta escalada de violencia ha revivido tensiones en una región ya marcada por conflictos históricos y disputas territoriales. A pesar de que Israel había abandonado la región en abril, considerando haber alcanzado sus objetivos militares previamente, la violencia ha resurgido con fuerza, con acusaciones mutuas entre las partes involucradas. El grupo islamista Hezbollah también ha sido protagonista en estos eventos, lanzando tres ataques contra Israel, uno de ellos con drones, en respuesta a bajas sufridas en un bombardeo previo. Esta cadena de ataques y represalias solo agudiza el sufrimiento de la población civil, que se encuentra atrapada en medio de un conflicto que parece no tener fin. La comunidad internacional ha expresado su preocupación ante la escalada de violencia en la región, con la Organización Mundial de la Salud manifestando temores de posibles epidemias en Gaza debido a la precaria situación sanitaria. Mientras tanto, los habitantes de Gaza siguen sufriendo las consecuencias de una guerra que ha cobrado miles de vidas, dejando a niños huérfanos, familias desplazadas y una crisis humanitaria en aumento. En medio de esta tragedia, se hace urgente un llamado a la paz y a la protección de los civiles atrapados en medio de un conflicto que parece no tener fin. La comunidad internacional debe actuar de manera decisiva para detener el derramamiento de sangre y garantizar la seguridad y el bienestar de la población afectada. Mientras tanto, en Gaza y en Israel, las heridas continúan abiertas, recordando la fragilidad de la paz en una región marcada por la violencia y el sufrimiento.