Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un movimiento hacia fomentar la inclusividad y fortalecer el crecimiento económico, las empresas en Escocia están reconociendo cada vez más las contribuciones fundamentales de los trabajadores discapacitados. La Sra. Hill, una figura destacada en la fuerza laboral, enfatizó la importancia del apoyo individualizado para los empleados discapacitados, citando el papel de la construcción de confianza y la autoconfianza en mejorar sus capacidades profesionales. Las estadísticas de la Oficina de Estadísticas Nacionales arrojan luz sobre el significativo número de adultos económicamente inactivos en Escocia, con una parte sustancial clasificada como discapacitados o enfermos a largo plazo. A pesar de los desafíos planteados por la discapacidad, un notable 50,000 individuos buscaron activamente empleo, subrayando una aspiración compartida por la integración laboral y la autosuficiencia. Los gobiernos, que durante mucho tiempo han luchado con la tarea de trasladar a las personas de la asistencia social al trabajo, son conscientes de la necesidad de estrategias personalizadas para facilitar la entrada de personas discapacitadas en la fuerza laboral. El gobierno del Reino Unido ha expresado su compromiso de facilitar el empleo de personas discapacitadas en posiciones de calidad como parte de su agenda de crecimiento, reconociendo el valor inherente y el potencial dentro de este segmento de la población. Aunque ha habido indicios de una reducción de la brecha de empleo para personas con discapacidad en Escocia, sigue siendo la más pronunciada entre las regiones del Reino Unido. Se han planteado preocupaciones sobre la posible inflación de las cifras de empleo a través de la notificación de discapacidades como problemas de salud mental, TDAH y autismo por parte de aquellos que ya están empleados, enmascarando la necesidad subyacente de una mayor inclusividad. Christy McFadyen, representante del Instituto Fraser of Allander, resaltó el desafío apremiante de integrar a individuos con necesidades complejas en la fuerza laboral, instando a un enfoque concertado en la elaboración de estrategias adaptadas a este grupo demográfico. Al hacer hincapié en la importancia de las estructuras de apoyo integrales, McFadyen subrayó la necesidad imperativa de que las iniciativas gubernamentales aborden los requisitos únicos de las personas discapacitadas que buscan oportunidades de empleo. En respuesta a estas imperativas, el gobierno escocés ha delineado planes para descentralizar los procesos de toma de decisiones, empoderando a entidades locales para proporcionar un apoyo integral que abarque el trabajo, la salud y el desarrollo de habilidades para las personas discapacitadas. Además, el gobierno tiene la intención de consagrar en la ley el derecho fundamental a la igualdad salarial para los trabajadores discapacitados, un paso crucial hacia la rectificación de disparidades existentes y el fomento de un panorama laboral más equitativo. A medida que las empresas y los responsables políticos se unen en torno a la causa de la inclusión de personas con discapacidad en la fuerza laboral, hay un impulso creciente hacia la creación de un entorno más diverso y acogedor que aproveche las habilidades y talentos de todos, independientemente de la discapacidad. La evolución hacia un mercado laboral más inclusivo y equitativo se erige como un testimonio del poder transformador de abrazar la diversidad y defender las habilidades de cada individuo.