El Banco de Inglaterra contempla su primera rebaja de tasas en más de cuatro años.

La inflación en el Reino Unido se ha mantenido estable en junio, marcando un período de incertidumbre mientras el Banco de Inglaterra deliberaba sobre la posibilidad de recortar las tasas de interés, lo que sería el primero en más de cuatro años. Según la Oficina de Estadísticas Nacionales, los precios al consumidor aumentaron un 2 por ciento con respecto al año anterior, reflejando la tasa registrada en mayo y alineándose con el rango objetivo del banco central. Los últimos datos de inflación indicaron una desaceleración en el crecimiento de precios de artículos esenciales como alimentos y ropa, lo cual fue compensado por una aceleración de la inflación en el sector hotelero. Específicamente, los precios de los alimentos experimentaron un modesto aumento del 1,5 por ciento en comparación con el año anterior. Los inversores están observando de cerca el informe de inflación y esperan con ansias los datos sobre el crecimiento de los salarios, que se publicarán el jueves. Existe mucha especulación entre los inversores, con muchos anticipando un posible recorte de tasas por parte del banco central en su próxima reunión a principios de agosto, aunque la probabilidad sigue siendo incierta. A nivel mundial, los bancos centrales han estado ajustando cautelosamente las tasas de interés o insinuando recortes, señalando una potencial relajación de la crisis de inflación. Sin embargo, los responsables de políticas están actuando con precaución debido a las preocupaciones sobre el aumento de los precios de la energía, el robusto crecimiento de los salarios y otros factores que podrían potencialmente elevar nuevamente los niveles de inflación. Se espera que el Banco Central Europeo, que recientemente implementó recortes de tasas, mantenga su postura en la próxima reunión, mientras que la Reserva Federal se ha abstenido de comprometerse con un plazo específico para ajustes en las tasas a pesar de las indicaciones de una reducción próxima. El Banco de Inglaterra ha mantenido sus tasas de interés en su nivel más alto desde 2008 durante casi un año. No obstante, con una importante desaceleración en la inflación en los últimos meses, la presión ha aumentado sobre el banco para considerar un recorte de tasas. Dicha acción podría aliviar la carga financiera de los titulares de hipotecas, estimular las actividades de construcción y hacer que el endeudamiento sea más asequible para las empresas. A pesar de los sólidos argumentos a favor de un recorte de tasas, la mayoría de los miembros del comité de fijación de tasas se han mostrado reacios. La persistente alta inflación en el sector de servicios y el fuerte crecimiento de los salarios han hecho que los responsables de políticas sean cautelosos acerca de reducir las tasas prematuramente. Los funcionarios del banco central siguen siendo escépticos sobre la sostenibilidad de los bajos niveles de inflación, optando por un enfoque medido para evitar posibles repercusiones adversas de recortes de tasas precipitados.