Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El presidente del Consejo de la Unión Europea, Viktor Orbán, ha generado controversia y preocupación en el bloque con una serie de visitas a Rusia y China que han despertado temores sobre posibles acuerdos no autorizados y la influencia del líder húngaro en asuntos diplomáticos clave. Su reciente gira, denominada "Misión de Paz 3.0", lo llevó a reunirse con Vladimir Putin en Moscú y Xi Jinping en Beijing, tras una visita sorpresiva a Ucrania donde propuso un alto al fuego en el conflicto con Rusia. Las autoridades europeas han expresado su malestar y desaprobación ante las acciones de Orbán, subrayando que no cuenta con mandato para negociar en nombre de la Unión Europea y que Rusia es considerada el agresor en el conflicto con Ucrania. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, fue enfático al afirmar que cualquier discusión sobre Ucrania debe involucrar a Ucrania misma, sin intermediarios no autorizados. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, se sumó a las críticas hacia Orbán, destacando el malestar existente en el bloque por su comportamiento. La reunión de los embajadores de los Veintisiete en Bruselas resultó en una reprimenda al líder húngaro, con excepción de Eslovaquia, país que mantiene una estrecha relación con Budapest. Analistas como Enrique Banús han señalado que los motivos de Orbán pueden estar ligados no solo a su política exterior, sino también a su situación política interna, donde enfrenta desafíos como la corrupción y el surgimiento de disidencias dentro de su partido. Sus viajes podrían ser interpretados como un intento de proyectar una imagen de liderazgo mundial para mantener su posición en el país. La falta de claridad en la representación de Orbán, quien lidera el grupo de derecha más influyente en el Parlamento Europeo, y su cercanía con figuras como Putin han levantado preocupaciones sobre la posible entrada de la influencia rusa en la Unión Europea a través del líder húngaro. Sin embargo, expertos como Banús consideran que Orbán carece del prestigio necesario para lograr dicho cometido, a pesar de liderar una nueva alianza con figuras como Marine Le Pen y Matteo Salvini. Además, las preocupaciones por la influencia creciente de China en Europa se suman al panorama político, dado el papel estratégico que el país asiático ha ido adquiriendo en la región. La OTAN ha señalado a China como un facilitador decisivo en la guerra de Rusia contra Ucrania, aumentando las tensiones y la percepción de amenaza en el ámbito euroatlántico. En este contexto, la figura de Orbán se presenta como un factor de inestabilidad en la diplomacia europea, desafiando las normas no escritas de representación de intereses comunes sobre los nacionales durante la presidencia del Consejo de la UE. A medida que las críticas y preocupaciones se intensifican, la comunidad europea enfrenta el desafío de gestionar las repercusiones de las acciones del líder húngaro en un contexto geopolítico cada vez más complejo y volátil.