Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En medio de un panorama político global que va virando hacia la derecha con mayor fuerza y rapidez de lo esperado, México ha elegido un camino ideológico distinto para los próximos seis años. Sin embargo, el riesgo de la ultraderecha se mantiene latente, como lo demuestran los resultados de las recientes elecciones parlamentarias europeas, donde la extrema derecha ha ganado espacio y protagonismo. Este cambio en el péndulo político ha sido evidente en países como Francia, donde Marine Le Pen y su partido Agrupación Nacional proponen un coqueteo con la derecha que ha generado polémica y división entre los votantes. Mientras tanto, en Alemania, Alternativa por Alemania sigue en ascenso, especialmente entre jóvenes blancos desarraigados y en regiones menos desarrolladas del país. En el Reino Unido, el partido de extrema derecha Reform UK, liderado por Nigel Farage, amenaza con obtener mayor influencia en el parlamento. En Italia, una derecha intransigente en el discurso liderada por Giorgia Meloni ya gobierna, mostrando una postura pragmática en su actuar. Además, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, según las encuestas, podría significar un segundo capítulo del nacionalismo y aislacionismo en la principal economía del planeta, en un momento en el que naciones como Rusia y China aumentan su influencia y poderío a nivel global. En América Latina, varios países siguen la senda de la ultraderecha populista, con figuras como Javier Milei en Argentina, Jair Bolsonaro en Brasil y Nayib Bukele en El Salvador, cuya política de 'mano dura' contra el crimen ha sido ampliamente respaldada por sectores de la población, a pesar de las críticas por violaciones a los derechos humanos y resultados cuestionables. En este contexto, México enfrenta un desafío importante para los próximos años. Tras la victoria de Claudia Sheinbaum en las últimas elecciones, comenzaron a surgir mensajes clasistas y racistas en redes sociales, evidenciando la fragilidad de la cohesión social en el país. La próxima administración está llamada a evitar que el país caiga en las garras de la extrema derecha, manteniendo un equilibrio político que garantice la estabilidad y el progreso de la nación. Es fundamental que México mantenga una postura firme y clara en defensa de los valores democráticos, los derechos humanos y la inclusión social, para evitar cualquier intento de radicalización política que pueda dividir aún más a la sociedad. La pluralidad de opiniones y el respeto a la diversidad deben ser pilares fundamentales en la construcción de un país más justo y equitativo para todos sus habitantes. La prevención de un posible rebase por la extrema derecha es una tarea urgente que debe abordarse con responsabilidad y firmeza en los próximos años.