Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En la última escalada de violencia en Oriente Medio, un comandante senior de Hezbollah, Mohammed Nimah Nasser, fue asesinado en un ataque aéreo israelí en el sur del Líbano. Este incidente marca otro desarrollo mortal en el prolongado conflicto entre Israel y el grupo armado libanés respaldado por Irán. Hezbollah respondió rápidamente al asesinato de Nasser lanzando 100 cohetes y misiles contra posiciones militares israelíes, señalando una respuesta de ojo por ojo al asesinato selectivo. Afortunadamente, no se reportaron heridos en el lado israelí a pesar de la lluvia de proyectiles. El ejército israelí justificó su acción acusando a Nasser de liderar una unidad responsable de lanzar cohetes desde el suroeste del Líbano y de orquestar un número significativo de ataques terroristas. El papel de Nasser en la organización fue comparado con el de Taleb Sami Abdullah, cuya muerte el mes pasado desencadenó un masivo ataque de represalia de Hezbollah, resultando en más de 200 cohetes y misiles disparados hacia el norte de Israel en un solo día. La violencia continua entre Israel y Hezbollah ha aumentado los temores de un conflicto más amplio, con preocupaciones de que una guerra a gran escala podría involucrar a otros actores regionales, incluyendo a Irán y sus aliados. Los esfuerzos diplomáticos han estado en marcha para desescalar las tensiones, con las Naciones Unidas y Estados Unidos advirtiendo sobre las consecuencias catastróficas que tal conflicto podría acarrear. Los intercambios transfronterizos de disparos han sido una ocurrencia casi diaria desde el inicio de las hostilidades entre Israel y Hamás en Gaza en octubre. Tanto Hezbollah como Hamás son apoyados por Irán y han sido etiquetados como organizaciones terroristas por varios países, incluyendo Israel y el Reino Unido. El saldo de la violencia ha sido devastador, con más de 400 muertes reportadas en Líbano, principalmente de combatientes de Hezbollah, y 25 bajas en Israel, principalmente entre soldados. Además, decenas de miles de personas de comunidades en ambos lados de la frontera han sido desplazadas, exacerbando aún más la crisis humanitaria que se desarrolla en la región. El ciclo de violencia y represalias no muestra signos de disminuir, subrayando la necesidad urgente de un esfuerzo internacional concertado para mediar y prevenir una mayor escalada en el ya volátil Oriente Medio.