Tragedia en la familia Argamani: muere Liora, madre de Noa, rescatada en Gaza

La tragedia ha golpeado a la familia Argamani con fuerza, al fallecer Liora Argamani, madre de Noa Argamani, la joven israelí que fue rescatada de su cautiverio en Gaza. Liora, de 61 años, perdió su vida a causa de un cáncer cerebral que la aquejaba desde el inicio del secuestro de su hija. Su último deseo era volver a ver a Noa, quien finalmente regresó a casa tras ser liberada por las fuerzas israelíes. El hospital Icholov de Tel Aviv, donde también fue tratada Noa, fue el escenario de los últimos momentos de Liora junto a su hija y su familia cercana. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó sus condolencias a la familia, reconociendo que Liora pudo cumplir su último deseo al estar acompañada por Noa en sus últimos días. La muerte de Liora resalta la tragedia humana que se vive en medio del conflicto en Gaza, donde Israel mantiene una ofensiva en zonas como Rafah y el barrio de Shujaiya. La situación se torna aún más crítica al recordar que, pese a la liberación de Noa, aún hay decenas de rehenes en manos de Hamás, tanto vivos como fallecidos. La lucha por el regreso de los secuestrados se mantiene como una prioridad para Israel, siendo uno de los principales objetivos en medio de esta guerra. Tanto Netanyahu como Benny Gantz, líder del partido Unidad Nacional, reafirman su compromiso con el deber moral de trabajar por la liberación de los rehenes, que padecen en la Franja desde hace 270 días. El funeral de Liora se llevará a cabo en el Nuevo Cementerio de Beersheva, en el sur de Israel, un momento de dolor para la familia y para todos aquellos que siguieron de cerca la historia de los Argamani. La madre de Noa había conmovido a la opinión pública al mostrar su avanzado estado de enfermedad en un vídeo, donde pedía desesperadamente poder ver a su hija de nuevo. El rescate de Noa y otros rehenes en el campamento de refugiados de Nuseirat fue una operación polémica que dejó un saldo de 274 palestinos fallecidos. La tragedia y el sufrimiento se entrelazan en un conflicto que parece no encontrar tregua, dejando a familias como la de los Argamani sumidas en el dolor y la incertidumbre. Noa, quien se convirtió en un símbolo de esperanza al regresar a casa, ha roto su silencio para recordar a los que siguen en Gaza, en un gesto que revela la complejidad y la humanidad que se pierden en medio de la guerra. La historia de los Argamani, marcada por el secuestro, el dolor y la pérdida, resuena como un eco trágico en un conflicto que parece no tener fin.