Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Desde el balcón del Palacio de Buckingham, la familia real británica se vio envuelta en un ambiente polarizado durante el cumpleaños oficial de Carlos III. Mientras que seguidores de la corona vitoreaban, un grupo de activistas antimonárquicos, enarbolando banderas amarillas con el mensaje "Not my king" (No mi rey), hacían oír su disconformidad con la monarquía. El "Desfile del estandarte" ("Trooping the colour"), una tradición que se remonta a 1748 para celebrar los cumpleaños de los soberanos, se vio interrumpido por los reclamos de los manifestantes. Graham Smith, director del grupo Republic, denunció que la monarquía es antidemocrática y que los gastos en el estilo de vida de la familia real son injustificados. A pesar de estas críticas y protestas, es importante entender el papel de las monarquías constitucionales en la actualidad y la función que los reyes desempeñan en dichos sistemas. Con 44 países aún regidos por una monarquía, muchas de ellas en Europa, la forma en que se distribuyen los poderes varía significativamente. Las monarquías constitucionales, como la del Reino Unido, se caracterizan por la separación de poderes, donde el monarca ostenta el Poder Ejecutivo mientras el Poder Legislativo recae en un parlamento electo por los ciudadanos. Aunque el monarca ya no tiene un papel político o ejecutivo relevante, sigue desempeñando funciones constitucionales y de representación que han evolucionado a lo largo de siglos de historia. La historia de las monarquías en Europa refleja un proceso gradual de reducción de poderes de los soberanos. Las monarquías absolutas han dado paso a las monarquías constitucionales, donde los reyes ya no tienen un poder absoluto. En países como Liechtenstein, el príncipe todavía conserva ciertas prerrogativas, pero la población cuenta con mecanismos para limitar su autoridad a través de plebiscitos. En contraste, en países como Mónaco, los monarcas tienen menos poderes y su influencia en la toma de decisiones es más limitada. Jordania, Marruecos y Malasia son ejemplos de monarquías constitucionales donde los reyes mantienen un mayor control sobre el gobierno y la sociedad. Aunque la mayoría de los monarcas acceden al trono por herencia, existen casos de monarquías electivas, como en Malasia, donde un consejo de sultanes elige al gobernante cada cinco años. En el Vaticano, el papa es el soberano electo por un conclave de cardenales, mostrando una combinación única de monarquía y liderazgo religioso. En resumen, las monarquías constitucionales han evolucionado para adaptarse a las demandas de la sociedad moderna, equilibrando la tradición y la representatividad democrática. Aunque enfrentan críticas y desafíos, los reyes continúan desempeñando un papel simbólico y ceremonial importante en la identidad nacional y en la estabilidad de sus naciones.