Netanyahu disuelve gabinete de guerra: Esfuerzos de ayuda a Gaza en una encrucijada

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha disuelto su gabinete de guerra después de que dos de sus miembros renunciaran, señalando un momento de cambio potencial en el conflicto en curso con Gaza. La decisión llega en medio de una situación en la que los trabajadores humanitarios luchan por entregar la asistencia tan necesaria a áreas en el centro y sur de Gaza debido a varios obstáculos. Las agencias de ayuda han expresado la esperanza de que la pausa en la ofensiva israelí, aunque limitada a un tramo de siete millas en el sur de Gaza, pueda facilitar la entrega de ayuda desde el cruce fronterizo de Kerem Shalom. Sin embargo, persisten desafíos, ya que otras barreras para el movimiento y la falta de ley en el territorio obstaculizan los esfuerzos de distribución de alimentos. El cierre de la ruta de suministro entre Egipto y Gaza en Rafah, tras la invasión de Israel en la zona a principios de mayo, ha interrumpido significativamente las operaciones de los grupos de ayuda. Los combates y las restricciones resultantes han generado preocupaciones sobre la escasez de alimentos en el sur de Gaza, con reservas cada vez más limitadas que amenazan la seguridad alimentaria de la región. Carl Skau, el subdirector del Programa Mundial de Alimentos, resaltó la urgencia de garantizar un acceso sostenido a los suministros de alimentos en Gaza, advirtiendo sobre una crisis potencial si la situación no se aborda de inmediato. La dependencia de las rutas a través de Israel para la entrega de ayuda también plantea riesgos de seguridad, con ataques a convoyes y trabajadores que se suman a los desafíos enfrentados por las organizaciones humanitarias. Las autoridades israelíes afirman que no imponen límites a la ayuda que entra en Gaza, atribuyendo los retrasos a problemas logísticos entre los grupos de ayuda y supuestos robos por parte de Hamas. Sin embargo, fiscales internacionales han acusado a líderes israelíes de obstaculizar la entrega de ayuda, planteando graves acusaciones relacionadas con el uso del hambre como arma de guerra. El reciente cambio en la política israelí de evitar el combate durante las horas diurnas ha sido recibido con cautela por los grupos humanitarios, que subrayan la necesidad de acciones adicionales para facilitar la entrega de ayuda. A pesar de algunas mejoras en el acceso al norte de Gaza, la infraestructura de saneamiento y atención médica en la región sigue siendo insuficiente, destacando la compleja crisis humanitaria que se desarrolla en el área. A medida que aumentan las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y la escasez de agua potable, la necesidad de un apoyo internacional sostenido y esfuerzos coordinados para abordar la situación humanitaria en Gaza se ha vuelto cada vez más apremiante. Los desafíos enfrentados por los trabajadores humanitarios subrayan la urgencia de encontrar soluciones duraderas para aliviar el sufrimiento de los civiles atrapados en medio del conflicto.