Ataque aéreo israelí en una escuela de la ONU en Gaza deja a decenas de personas muertas.

Un ataque aéreo israelí contra una escuela de las Naciones Unidas que albergaba a cientos de personas desplazadas en el centro de Gaza ha resultado en una trágica pérdida de vidas, con informes que indican que al menos 20 individuos han sido asesinados en el ataque. El ataque tuvo como objetivo la escuela de la ONU en el campo de refugiados de Nuseirat, provocando una escena de devastación y angustia mientras los residentes locales se apresuran a rescatar a los heridos y recuperar los cuerpos de los fallecidos. Aunque el ejército israelí afirma que la escuela atacada albergaba un "complejo de Hamas", periodistas locales en el terreno han descrito un relato desgarrador del asalto. Según testigos presenciales, aviones de guerra israelíes lanzaron misiles a las aulas en el piso superior de la escuela, matando e hiriendo a numerosas personas atrapadas en el ataque. La oficina de medios de Hamas ha condenado el ataque como una "masacre horrorosa", afirmando que al menos 27 personas perdieron la vida en el asalto. Las imágenes de redes sociales capturadas después del ataque muestran la magnitud de la destrucción, con imágenes de aulas demolidas y cuerpos envueltos en sudarios subrayando el costo humano de la violencia. En medio del caos y la tragedia, han surgido voces de dolor y enojo, con una mujer herida capturada en video lamentando la pérdida de vidas inocentes a manos del conflicto. Ismail al-Thawabta, director de la oficina de medios de Hamas, ha refutado las acusaciones de Israel de que la escuela de la ONU albergaba un puesto de mando de Hamas, denunciando el ataque como un crimen brutal perpetrado contra personas desplazadas. En respuesta al aumento de las víctimas, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) defendieron el ataque como una operación dirigida a "eliminar" a miembros de Hamas y la Yihad Islámica presuntamente involucrados en ataques previos en el sur de Israel. Las IDF afirmaron que se tomaron precauciones para minimizar el daño a civiles en la zona, aunque la escala de las víctimas plantea dudas sobre la eficacia de tales medidas en áreas densamente pobladas como Gaza. A medida que aumenta el número de muertos y el espectro de más violencia se cierne sobre la región, la última tragedia en Gaza subraya la necesidad urgente de una resolución pacífica al conflicto que ha cobrado decenas de miles de vidas. El ciclo de violencia y represalias solo sirve para profundizar el sufrimiento de civiles inocentes atrapados en el fuego cruzado, destacando el devastador costo humano de las hostilidades en curso en la región.