El controvertido ascenso de Narendra Modi: del vendedor de té a líder internacional de la India

El primer ministro indio Narendra Modi ha logrado consolidarse como un líder de renombre internacional, a pesar de su controvertido historial y las críticas que ha recibido por su política nacionalista de tintes hinduistas. Nacido en 1950 en una familia humilde de Gujarat, Modi ha escalado las filas políticas de la India con determinación y astucia, apuntalando su imagen de hombre duro y defensor de la fe mayoritaria del país. Desde muy joven, Modi se involucró con el Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), un grupo nacionalista hindú, y su dedicación a promover la supremacía hindú en una India secular lo ha llevado a ocupar el cargo de primer ministro en tres ocasiones. A pesar de las acusaciones de estar vinculado a disturbios sectarios que dejaron a miles de personas muertas, Modi ha sabido capitalizar su popularidad entre un sector de la población que se identifica con su discurso nacionalista. El ascenso político de Modi ha estado marcado por polémicas, como su matrimonio arreglado que terminó en divorcio para no perjudicar su carrera en el RSS, que requiere el celibato de sus líderes. Sin embargo, estas controversias no han mermado su base de seguidores, quienes lo ven como un líder capaz de defender los intereses de los hindúes en un país donde las tensiones religiosas han estado presentes durante mucho tiempo. A pesar de las críticas y preocupaciones sobre la persecución de opositores políticos y de la prensa independiente, Modi ha logrado proyectar una imagen de India como potencia mundial en ascenso. Su encuentro con líderes occidentales, como el presidente Joe Biden, ha consolidado su posición en la arena internacional y ha permitido a la India fortalecer alianzas estratégicas en un contexto geopolítico complejo. Sin embargo, el legado de Modi también ha sido cuestionado por sectores que denuncian la creciente hostilidad hacia las minorías religiosas en India, en particular la comunidad musulmana. Los linchamientos de musulmanes por la matanza de vacas, consideradas sagradas en la tradición hindú, han generado preocupación tanto en el país como en la comunidad internacional. El controvertido proyecto de Modi de transformar la India en un "vishwaguru" -un maestro para el mundo- ha tenido hitos significativos, como la inauguración de un templo hindú en Ayodhya, construido en un terreno donde existió una mezquita musulmana destruida en 1992 por extremistas hindúes. Estos gestos han sido interpretados como una afirmación del nacionalismo hindú y han avivado las tensiones religiosas en el país. A pesar de las críticas y controversias que rodean su mandato, Narendra Modi se mantiene como un líder influyente en la política india y un actor relevante en el escenario internacional. Su ascenso desde vendedor de té a primer ministro es un testimonio del poder de la narrativa política y del impacto que pueden tener las políticas nacionalistas en un país diverso y complejo como la India.