Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En medio del conflicto que continúa desangrando a la Franja de Gaza, las cifras de víctimas han alcanzado niveles escalofriantes. Más de 36.400 palestinos han perdido la vida a manos de los ataques israelíes, con un aumento de 60 fallecidos en las últimas 24 horas, según el informe emitido por el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás. Estos números desgarradores revelan un panorama desolador en el territorio palestino, donde el sufrimiento y la destrucción parecen no tener fin. Las autoridades locales reportan que el 70% de las víctimas en Gaza son mujeres y niños, lo que evidencia el impacto desproporcionado de la violencia en los grupos más vulnerables de la población. Además, se han documentado cuatro masacres contra familias en la Franja de Gaza en las últimas 24 horas, con un saldo de 60 muertos y 220 heridos, elevando el total de heridos conocidos a 82.627, una cifra que refleja el elevado costo humano de este conflicto. En medio de esta tragedia, la situación humanitaria se agrava con la estimación de que más de 10.000 cuerpos yacen bajo los escombros, sin que las labores de rescate puedan acceder a ellos debido a la inseguridad reinante en la región o a la falta de recursos como el combustible. Esta crisis humanitaria se ve agravada por el cierre del único cruce humanitario en Rafah, limitando la capacidad de evacuar a gazatíes heridos hacia Egipto, lo que agrava aún más la situación de emergencia en la zona. El sistema sanitario en Gaza, ya debilitado por años de bloqueo y conflictos recurrentes, se encuentra al borde del colapso. La escasez de suministros médicos, la destrucción de infraestructuras hospitalarias y el cierre de centros de salud clave por los bombardeos han dejado a la población sin acceso a la atención médica necesaria en un momento crítico. La OMS ha confirmado que el único hospital en funcionamiento parcial en Rafah tuvo que cerrar sus puertas esta semana, agravando la crisis sanitaria en la región. En paralelo, el Ejército israelí continúa con sus operaciones en la Franja de Gaza, llevando a cabo bombardeos selectivos en distintas zonas, argumentando la búsqueda de objetivos militares y destrucción de infraestructura utilizada por grupos armados. Sin embargo, la escalada de violencia ha cobrado también la vida de civiles inocentes, como una mujer y un bebé en la ciudad de Gaza, que se suman a la larga lista de víctimas mortales de este conflicto sin fin. Los ataques recientes en Gaza han dejado cicatrices imborrables en la población, especialmente en áreas como Jabalia, donde los equipos de defensa civil han recuperado 120 cadáveres en los últimos días, tras una incursión militar israelí que ha dejado el campamento de refugiados en ruinas. La devastación y el sufrimiento en Gaza son palpables, mientras la comunidad internacional y los llamados a la paz parecen no ser suficientes para detener la espiral de violencia que consume vidas día tras día en la región. En este contexto desgarrador, la urgencia de poner fin a la guerra en Gaza se vuelve más evidente que nunca. Mientras las cifras de víctimas siguen en aumento y la desesperación se apodera de la población, es imperativo que se intensifiquen los esfuerzos diplomáticos y se busquen vías para alcanzar una solución que ponga fin a la violencia y siente las bases para la reconstrucción y la paz duradera en la región. La humanidad no puede permitirse más pérdidas y sufrimiento en Gaza, es hora de actuar con determinación y empatía para detener esta tragedia que parece no tener fin.