Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La fiscal principal del Ejército israelí, Yerushalmi, ha calificado de "muy grave" el bombardeo reciente en la ciudad de Rafah, un ataque que ha dejado un saldo de al menos 50 personas fallecidas. Este suceso ha desatado una ola de críticas y condenas por parte de organizaciones humanitarias, así como de la comunidad internacional, que ha levantado la voz para pedir un alto el fuego en la región. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) han anunciado que están llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el ataque en Rafah, el cual tuvo como blanco una "zona segura" que aún no había sido evacuada en el barrio de Tal al Sultan, al noroeste de la ciudad. Yerushalmi manifestó en una conferencia organizada por el Colegio de Abogados de Israel que lamentan cualquier daño a civiles durante el conflicto, aunque destacó que no es la norma. Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) y la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) han descrito la situación en Gaza como "una noche sangrienta" y "aterradora", resaltando la falta de lugares seguros en la región y exigiendo un cese inmediato de las hostilidades. Las imágenes difundidas en redes sociales palestinas muestran un escenario desolador, con tiendas de campaña calcinadas y víctimas asfixiadas por el humo. Según el comunicado emitido por el Ejército israelí, el bombardeo tenía como objetivo dos altos mandos del grupo islamista Hamás, Yassin Rabia y Khaled Nagar, ambos vinculados a la planificación y ejecución de ataques terroristas en Cisjordania y en Israel. Sin embargo, la comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia y ha llamado a la contención para evitar un mayor derramamiento de sangre en la región. Este ataque se produce en medio de la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de detener de manera inmediata la ofensiva israelí en Rafah, la cual ha provocado el desplazamiento masivo de casi un millón de personas. Los refugiados se encuentran hacinados en las playas de Al Mawasi, sin acceso a servicios básicos como agua potable y saneamiento, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en la región. Desde el inicio de la ofensiva en octubre, se estima que unas 36.000 personas han perdido la vida por el fuego israelí en Gaza, mientras que más de 80.000 han resultado heridas, según datos del Ministerio de Sanidad del enclave. La situación es crítica, con miles de cuerpos aún bajo los escombros y la imposibilidad de los equipos de rescate para acceder a ellos, lo que aumenta la tragedia y el sufrimiento de la población civil atrapada en medio del conflicto. Ante esta escalada de violencia y el alto costo humano que está dejando, es urgente que la comunidad internacional actúe de manera decidida para evitar una catástrofe humanitaria en Gaza. La protección de los civiles y el respeto al derecho internacional son imperativos en este conflicto que parece no tener fin, y es responsabilidad de todas las partes involucradas buscar una solución pacífica y duradera que ponga fin al sufrimiento de la población en la región.