Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
México se prepara para un crucial proceso electoral el próximo domingo 2 de junio, con dos mujeres liderando las encuestas: Claudia Sheinbaum, candidata oficialista, y Xóchitl Gálvez, de la alianza PAN-PRI-PRD. Sin embargo, más allá de la relevancia histórica de potencialmente tener a la primera mujer presidenta, la preocupación recae en la continuidad de la gestión política marcada por la falta de avances en temas críticos como la seguridad y el combate al crimen organizado. En una reciente entrevista, el periodista mexicano Ignacio Rodríguez Reyna, con amplia experiencia en el ámbito periodístico, analizó la coyuntura política y electoral en México. Señaló que tanto Sheinbaum como Gálvez han surgido en un contexto político marcado por la tradicional visión autoritaria del poder, sin indicios claros de un cambio en la forma de ejercer el gobierno. A pesar de los discursos sobre la participación de las mujeres en la toma de decisiones, la realidad detrás de los cargos y la autonomía para actuar plantean dudas sobre una verdadera perspectiva de género en la gestión política. El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido caracterizado por aciertos en la visibilización de grupos marginados y programas sociales relevantes, pero también por elementos negativos como la intolerancia a la crítica, el desprecio a la ciencia y la cultura, y la confrontación con la prensa independiente. A pesar de estos pasivos, la popularidad de AMLO se ha mantenido alta gracias a su carisma y conexión con millones de seguidores, así como al uso clientelar de recursos del Estado para programas sociales. Uno de los temas más preocupantes en el país es la seguridad, y la falta de avances en la confrontación del crimen organizado bajo la política de "abrazos, no balazos". Esta estrategia ha permitido el crecimiento exponencial de los cárteles y su consolidación como una industria criminal con influencia en diversos ámbitos de la sociedad mexicana. La renuencia de AMLO a enfrentar directamente al crimen organizado ha generado un escenario de violencia política y criminal que amenaza la democracia en México. En este contexto, tanto Sheinbaum como Gálvez enfrentan el desafío de implementar una política de seguridad distinta a la de AMLO, con posturas divergentes sobre el papel de los militares en la gestión gubernamental. Mientras Sheinbaum pretende mantener la colaboración con el Ejército, Gálvez plantea retirarlos de tareas no correspondientes a su función original. Esta diferencia representa un giro en la política de seguridad que puede marcar un punto de inflexión en la gestión del crimen organizado en México. Sin embargo, la oposición en México enfrenta un panorama complicado en estas elecciones debido a la falta de opciones políticas que representen un cambio democrático real. Tanto el PRI como el PAN han sido señalados por corrupción, autoritarismo y vínculos con el crimen organizado en el pasado, lo que limita las posibilidades de una renovación política que responda a las demandas de la sociedad mexicana. En definitiva, México se encuentra en un momento crucial en el que la seguridad, el combate al crimen organizado y la renovación política son temas prioritarios que requieren de un liderazgo capaz de implementar cambios efectivos y transparentes. Las elecciones del 2 de junio serán determinantes en el futuro del país y en la capacidad de las autoridades para enfrentar los desafíos que amenazan la estabilidad y la democracia en México.