Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En medio de la crisis humanitaria que se vive en la ciudad de Rafah, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha levantado la voz para denunciar la grave situación que enfrentan cientos de miles de personas desplazadas en la zona. Según informes de la organización, el paso fronterizo de Rafah se mantiene cerrado, impidiendo la llegada de suministros esenciales para las actividades humanitarias y dificultando la rotación del personal médico en la región. En la clínica de Al Mawasi, donde MSF brinda atención primaria, se ha triplicado la demanda de servicios de salud debido a la afluencia masiva de personas desplazadas. Más de 800.000 personas han tenido que abandonar sus hogares en Rafah y ahora se encuentran viviendo en condiciones precarias en campamentos improvisados en Al Mawasi. La falta de espacio, suministros y condiciones higiénicas adecuadas agrava aún más la situación de vulnerabilidad de la población. "La gente sigue con miedo, la población vive en lugares en condiciones inhumanas", señala un integrante del equipo de MSF en la clínica. Los casos de heridas, especialmente en niños, son recurrentes. Uno de los casos que ha conmovido al personal médico es el de Rúa, una niña de 6 años que sufrió una herida en la cabeza por una bala perdida mientras se desplazaba. La falta de acceso a atención médica oportuna ha puesto en riesgo la salud y la vida de muchos de los desplazados. La historia de Bilal, un niño que resultó herido en la pierna durante la evacuación forzada de su hogar en Rafah, refleja la tragedia que viven miles de personas en la región. La precariedad de las condiciones de vida en los campamentos, donde escasean el agua potable, el saneamiento y la electricidad, agrava las heridas físicas y emocionales de quienes han debido abandonar sus hogares en medio de la violencia y la incertidumbre. Los equipos de MSF trabajan incansablemente para brindar atención médica y apoyo psicológico a una población que enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes. Sin embargo, las dificultades logísticas y la inseguridad en la zona complican las labores de asistencia y ponen en riesgo la vida de quienes dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. En medio de este panorama desgarrador, el llamado de MSF es claro: se necesita un alto el fuego inmediato para garantizar un espacio seguro en el que se pueda prestar una atención de calidad a la población desplazada en Rafah. La urgencia de la situación exige una respuesta rápida y coordinada por parte de la comunidad internacional para evitar una tragedia humanitaria aún mayor en la región. Ante la intensificación de los ataques por parte de Israel en Rafah, es imperativo que se respeten los principios humanitarios y se garantice el acceso sin restricciones de las organizaciones humanitarias para brindar asistencia a quienes más lo necesitan. La comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante el sufrimiento de cientos de miles de personas desplazadas en Rafah. Es hora de actuar con solidaridad y urgencia para evitar una catástrofe humanitaria en la región.