Desafíos y dilemas de Israel en Gaza: ¿Hacia dónde va la estrategia militar?

Desde el inicio de la guerra en Gaza hace siete meses, las estrategias militares de Israel han sido puestas a prueba constantemente. El reciente regreso de Hamás al norte del enclave palestino ha generado dudas sobre la eficacia de las operaciones israelíes y plantea interrogantes sobre el alcance de su estrategia a largo plazo. El pasado viernes 10 de mayo, la muerte de cuatro soldados israelíes en Ciudad de Gaza, en el norte del enclave, a causa de un "artefacto explosivo", evidenció un cambio en la situación. Se creía que esta zona estaba libre de la influencia de Hamás, y las fuerzas israelíes habían reducido sus operaciones allí para concentrarse en otros lugares, tras afirmar haber desmantelado la estructura de mando del grupo militante palestino. Sin embargo, la reanudación de los combates en el norte desde el sábado cuestiona esta suposición. Israel ha respondido a la presencia de Hamás en el norte bombardeando el campo de refugiados de Jabalia y llevando a cabo operaciones terrestres en la zona. Además, ha ampliado sus operaciones a otras áreas como Zeitoun, en el centro de Gaza, y continúa su ofensiva en el este de Rafah y cerca del paso fronterizo con Egipto, demostrando una reacción contundente ante el retorno de Hamás a las zonas que se creían liberadas. El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) ha señalado que las milicias palestinas, incluido Hamás, han reivindicado un alto número de ataques contra las fuerzas israelíes en el norte de la Franja de Gaza, lo que demuestra la persistencia y efectividad de estas en combate. Estos ataques han llevado a Israel a reconsiderar su estrategia y a regresar a zonas como Jabalia para intentar contener la influencia de Hamás. La situación ha llevado a cuestionamientos sobre la determinación de Israel de llevar a cabo una operación terrestre a gran escala en Rafah con el objetivo de eliminar definitivamente a Hamás. Esta estrategia ha sido puesta en duda tanto por expertos estadounidenses como por críticos internos en Israel, quienes consideran que la destrucción total de Hamás en Gaza es errónea y poco realista, careciendo de una visión a largo plazo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha advertido que una ofensiva terrestre en Rafah provocaría "caos" y "anarquía", sin lograr eliminar a Hamás. Además, ha criticado a Israel por no tener un plan creíble para proteger a los civiles ni un plan de posguerra para Gaza, advirtiendo que sin una alternativa a Hamás, el grupo podría regresar al poder en el enclave. En medio de estas críticas y cuestionamientos, algunas voces, tanto en Israel como en el extranjero, han instado a buscar una solución política y a colaborar con un gobierno autónomo palestino reformado para restablecer el orden en Gaza. Se ha subrayado el riesgo de caer en una guerra perpetua de desgaste, con consecuencias impredecibles para la región. En este contexto, la presión internacional podría jugar un papel crucial en la búsqueda de una salida a este conflicto. Qatar ha destacado la falta de una hoja de ruta clara por parte de Israel para poner fin a la guerra en Gaza, y ha llamado a descongelar las negociaciones en busca de una solución sostenible que incluya el fin de las hostilidades y la estabilidad en la región. Ante un panorama complejo y desafiante, Israel se enfrenta a la necesidad de replantear su estrategia militar en Gaza y buscar alternativas que permitan no solo contener a Hamás, sino también sentar las bases para una paz duradera en la región. La incertidumbre y la escalada de violencia en Gaza demandan respuestas urgentes y acciones concertadas para evitar un deterioro aún mayor de la situación en la zona.