Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Moath Raja Allah, en su momento un jugador de fútbol de renombre en los torneos de Ramadán de Gaza, se encuentra en una situación notablemente diferente a los días de gloria de su pasado. Tras ser desplazado por la reciente guerra con Israel, Raja Allah, junto con más de 1,000 personas desplazadas, ahora reside en un campamento improvisado de refugiados en el Club de Fútbol Al-Salah en Deir el-Balah. En un intento por traer algo de normalidad y alegría a las familias refugiadas en el club, se ha organizado un torneo de fútbol de cinco jugadores durante el Ramadán. Sin embargo, el espíritu competitivo y la atmósfera festiva de los torneos pasados han sido reemplazados por una realidad más sombría. En lugar de jugar por trofeos, los participantes ahora compiten por paquetes de ayuda alimentaria como premios. A pesar de los desafíos y dificultades que enfrentan, estos partidos de fútbol brindan breves momentos de respiro para los jugadores y sus familias. Los aplausos de las madres, la emoción de los niños más pequeños y las habilidades mostradas por los jugadores crean una escapada temporal de las duras realidades de la guerra y el desplazamiento. Para jóvenes jugadores como Karam Al-Hwajri y Khalil Al-Kafarneh, el fútbol sirve como un recordatorio de sus vidas antes de que la guerra devastara sus hogares y sueños. El deporte les ofrece consuelo y un breve sentido de normalidad en medio del caos y la incertidumbre. El devastador impacto de la guerra en los niños de Gaza es evidente en las historias de personas como Nadeen Isa, una niña de siete años que sueña con un futuro mejor a pesar de los desafíos que enfrenta. La destrucción de hogares, escuelas e incluso amados clubes de fútbol ha dejado a muchos jóvenes lidiando con la pérdida, el trauma y un futuro incierto. Mientras Gaza continúa lidiando con las secuelas de la guerra, la resiliencia y determinación de su gente, especialmente de su juventud, brillan. A pesar de la agitación y las dificultades que enfrentan, sigue habiendo un destello de esperanza y un espíritu firme que se niega a ser extinguido.