Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El sistema electoral peruano ha sido objeto de críticas y cuestionamientos en los últimos tiempos, especialmente en relación con la forma en que se llevan a cabo los procesos electorales y la idoneidad de las instituciones encargadas de garantizar la transparencia y legitimidad del voto ciudadano. La democracia peruana, que debería encontrar su razón de ser en la voluntad popular expresada a través del voto, se ve amenazada por la instrumentalización electoral y el oportunismo de ciertos actores políticos que buscan sacar provecho de un sistema que presenta claras deficiencias y vicios. La falta de confianza en las instituciones electorales como el Reniec, la ONPE y el JNE, así como en la ley electoral vigente, ha generado un clima de incertidumbre y descontento entre la ciudadanía. La percepción de que los resultados de las urnas no se traducen en una representación política justa y transparente ha llevado a un creciente escepticismo respecto a la democracia en el país. La polarización política y social, alimentada por estrategias de antivoto y confrontación entre caudillos y partidos, ha debilitado la convivencia democrática y ha impedido un diálogo constructivo entre las diferentes fuerzas políticas. Esta situación se ve agravada por la falta de una reestructuración profunda del sistema electoral, que continúa operando de manera opaca y obsoleta. El presidente del Jurado Nacional de Elecciones, Jorge Luis Salas Arenas, ha sido señalado por su papel en decisiones controvertidas que han puesto en riesgo la estabilidad democrática del país. Su actuación, junto con la de otras autoridades electorales, ha sido criticada por su falta de transparencia y su presunta manipulación de los procesos electorales en favor de ciertos intereses políticos. Ante este panorama, es evidente la necesidad de una reforma integral del sistema electoral peruano que garantice la imparcialidad, la transparencia y la legitimidad de los procesos electorales. La ciudadanía no puede ser llevada a un nuevo juego de azar en el que sus derechos y su voluntad se vean vulnerados por intereses ajenos a la democracia. Es responsabilidad de las autoridades electorales y del Estado en su conjunto asegurar que el voto ciudadano sea respetado y que los resultados electorales reflejen fielmente la voluntad de la ciudadanía. Solo a través de una profunda reforma del sistema electoral será posible recuperar la confianza en la democracia y garantizar una representación política justa y legítima para todos los peruanos.