Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La Corte Penal Internacional (CPI) ha vuelto a ocupar titulares al anunciar órdenes de arresto para los oficiales rusos Sergei Kobylash y Viktor Sokolov, acusándolos de cometer crímenes de guerra en Ucrania. El comunicado de la corte destacó que los dos altos comandantes presuntamente eran responsables de ataques con misiles a la infraestructura eléctrica ucraniana desde el 10 de octubre de 2022 hasta el 9 de marzo de 2023. Según la CPI, estos ataques a plantas de energía eléctrica y subestaciones en múltiples ubicaciones en Ucrania fueron llevados a cabo por las fuerzas armadas rusas bajo el mando de Kobylash y Sokolov. La corte enfatizó que las acciones lideradas por los oficiales rusos resultaron en daños civiles que superaron con creces cualquier posible ventaja militar. Esta no es la primera vez que la CPI intenta responsabilizar a funcionarios rusos por sus acciones en Ucrania. El año pasado, se emitieron órdenes de arresto para el presidente Vladimir Putin y la Comisionada de Niños Maria Lvova-Belova por cargos de crímenes de guerra relacionados con el secuestro de niños ucranianos, una medida vehementemente negada por el Kremlin. El conflicto en Ucrania, que recientemente cumplió su segundo aniversario, ha visto investigaciones en curso sobre posibles crímenes de guerra. Los fiscales ucranianos ya estaban investigando presuntas violaciones de guerra tras una serie de bombardeos aéreos dirigidos a la infraestructura energética y de servicios públicos del país durante el invierno. El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy celebró la decisión de la CPI, afirmando que aquellos que ordenan ataques contra civiles ucranianos e infraestructura crítica deben enfrentar la justicia. Sin embargo, la probabilidad de que Kobylash y Sokolov sean juzgados en La Haya es escasa, ya que Rusia, un no miembro de la corte, no reconoce su jurisdicción y se niega a entregar a los sospechosos acusados por la CPI. Rusia ha negado consistentemente el atacar intencionalmente la infraestructura civil en Ucrania, afirmando que sus acciones tienen como objetivo socavar las capacidades militares de Kyiv. Si bien las convenciones internacionales subrayan la importancia de distinguir entre objetivos civiles y militares, las complejidades en torno al uso dual de la infraestructura plantean preguntas sobre lo que constituye un objetivo militar legítimo. Mientras la CPI busca llevar a los responsables de crímenes de guerra ante la justicia, los desafíos para hacer cumplir la rendición de cuentas en conflictos como el de Ucrania subrayan la importancia de la cooperación internacional y el cumplimiento de las leyes humanitarias. Las últimas órdenes de arresto sirven como recordatorio de las repercusiones continuas del conflicto y la imperiosa necesidad de mantener la justicia frente a graves violaciones del derecho internacional.