La urgencia de repensar los relatos en la crisis política peruana

En el Perú, la crisis política y la desafección hacia los partidos tradicionales han llevado a una profunda reflexión sobre la falta de relatos coherentes y articuladores que guíen el devenir del país. La reciente publicación de "El otro desborde. Ensayos sobre la metamorfosis peruana" por Danilo Martuccelli, ha puesto sobre la mesa la urgente necesidad de repensar las narrativas que han sostenido a la sociedad peruana durante décadas. Según Martuccelli, las grandes matrices narrativas del país han colapsado, dando paso a un vacío ideológico y a una desorientación generalizada. Temas como la hegemonía criolla, el clasismo, la retórica del pueblo, el retorno del inca y la utopía andina, la revolución, la modernización, las nociones de izquierda y derecha, entre otros, han perdido su relevancia en un escenario marcado por la informalidad, la violencia interna, los impactos del COVID-19 y los cambios en las relaciones sociales. En este contexto de crisis de los grandes horizontes ideológicos, se han multiplicado los relatos dispares, sin que ninguno logre cohesionar a la sociedad peruana. Desde propuestas de autoritarismo de extrema derecha hasta movimientos identitarios y regionalistas, el panorama político se presenta fragmentado y sin un norte claro. La falta de consensos y la predominancia de discursos confrontativos han llevado a una polarización que dificulta la construcción de un proyecto común. Ante esta situación, el desafío se plantea tanto para los líderes políticos como para los intelectuales del país. Es imperativo generar nuevas matrices narrativas que sean capaces de recoger las diferencias y conflictos existentes, dotándolos de sentido y proponiendo perspectivas de futuro. La consistencia, la argumentación sólida y la búsqueda de consensos se presentan como elementos clave para superar la crisis actual y construir una sociedad más cohesionada y justa. En medio de la vorágine de discusiones en redes sociales y foros políticos, es necesario apostar por un diálogo constructivo que permita la emergencia de propuestas sólidas y visiones compartidas. Solo a través de un esfuerzo coordinado y sustentado en valores democráticos y pluralistas, será posible superar la crisis política y avanzar hacia un futuro más prometedor para el Perú.