Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Este año se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, un momento crucial en el que se espera que Donald Trump, nuevamente candidato republicano, busque obtener la presidencia por segunda vez. Su éxito político, según el politólogo Steve Levitsky, se fundamenta en la resistencia de ciertos sectores de la población estadounidense a aceptar una democracia multirracial, en particular la élite republicana. Esta resistencia se alimenta de tradiciones arraigadas que se ven amenazadas por los cambios sociales, como lo demostró la presencia de la familia afroamericana de Barack Obama en la Casa Blanca, desencadenando sentimientos reaccionarios. Una encuesta reciente reveló que el 56% de los republicanos considera que el estilo de vida estadounidense está desapareciendo rápidamente, lo que podría llevar a la justificación del uso de la fuerza para preservarlo. El apoyo inquebrantable a Trump no se basa únicamente en consideraciones económicas, ya que la economía estadounidense ha experimentado un crecimiento sólido. Más bien, se sustenta en la defensa a ultranza de un ideal de vida que Trump encarna y que la élite republicana respalda, incluso ante sus polémicas declaraciones y negativas infundadas. A medida que avanzan las discusiones políticas rumbo a las elecciones, se vislumbra un escenario en el que la edad de los candidatos, con Biden de 86 años y Trump de 82, se convierte en un tema relevante. La preocupación geriátrica y el apego a la tradición podrían desviar la atención de los verdaderos problemas y propuestas que deberían marcar esta contienda electoral crucial para el futuro de Estados Unidos. Es fundamental que los ciudadanos estadounidenses se enfoquen en evaluar las propuestas y capacidades de los candidatos más allá de la edad y la apariencia, para poder tomar decisiones informadas sobre el rumbo que desean para su país. La política no debe ser un ejercicio de nostalgia o prejuicios, sino de análisis racional y visión de futuro.