Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Recordando a mi primo Aamer, un enfermero que amaba los cangrejos y fue asesinado por Israel. Gaza - Aamer Saeed al-Ramlawi, de 45 años, era un padre querido de cinco hijos. Su primo y mejor amigo, Hassan Youssef al-Ramlawi, de 33 años, recuerda con cariño el amor de Aamer por cocinar y hacer barbacoas, especialmente mariscos, especialmente cangrejos. Antes de que comenzara la guerra en Gaza, Aamer y Hassan pasaban mucho tiempo juntos, disfrutando de la compañía del otro, haciendo barbacoas y jugando a las cartas. El espíritu alegre y amoroso de Aamer se evidenciaba en su constante organización de salidas, a pesar de las limitadas opciones de entretenimiento debido al bloqueo israelí. Como director de enfermería en la Clínica al-Sorani, Aamer siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, incluso si eso significaba abandonar sus momentos de ocio con Hassan. Llevaba chocolates para los niños y amaba capturar recuerdos a través de la fotografía. Perder a alguien a quien amaba era su mayor temor, y rezaba por la seguridad de todos. A medida que el asalto israelí en Gaza se intensificaba, Hassan y su familia decidieron mudarse, pero Aamer y su familia optaron por quedarse. Temiendo por la seguridad de Aamer, Hassan lo llamaba todos los días, pero la última vez que se vieron fue cuando Hassan dejó el norte. El 25 de octubre, Hassan vio una foto de su prima Doaa, que sobrevivió a un ataque israelí en su edificio. Aamer vivía en el mismo edificio. Llamando frenéticamente a Aamer, Hassan buscó en todas las plataformas en línea noticias, pero no hubo respuesta. Incrédulo, Hassan regresó a la ciudad de Gaza al día siguiente, a pesar del peligro. Se apresuró hacia el edificio derrumbado, donde todavía se estaban recuperando cuerpos. Incierto si Aamer estaba entre las víctimas, se comunicó con los hermanos de Aamer en el Hospital al-Shifa, pero no tenían información sobre su destino. Sin noticias, Hassan regresó a Deir el-Balah a regañadientes, sintiéndose frustrado y asustado. Más tarde esa noche, recibió una llamada confirmando la muerte de Aamer. Abrumado por el dolor, los recuerdos de su tiempo juntos inundaron la mente de Hassan. Mirando sus ojos llenos de lágrimas en el espejo, lamentó la pérdida de su primo, su hermano, su amigo y su alma gemela. En medio de su dolor, Hassan también lamenta la destrucción de los lugares donde él y Aamer compartieron momentos preciosos. Sus recuerdos serán apreciados en un lugar especial en su mente, incluso cuando Israel le niega la oportunidad de recordar a su primo.