Jóvenes aventureros completan una caminata de 1,250 millas para recaudar fondos para la protección de las ballenas.

Dos dedicados conservacionistas de la vida silvestre han completado con éxito una notable caminata de 1,250 millas a través del Reino Unido, todo en nombre de la protección de ballenas y delfines. Indy Kiemel Greene, de 19 años, de Nottinghamshire, y Katie Monk, de 20, de East Lothian, comenzaron su viaje desde Land's End hasta John O'Groats el 10 de mayo, atravesando una diversa gama de paisajes, incluyendo las impresionantes Hébridas, para recaudar fondos cruciales para la Hebridean Whale and Dolphin Trust (HWDT). A lo largo de más de cuatro meses, el dúo enfrentó numerosos desafíos, incluyendo lluvias incesantes, vientos aulladores y una inesperada batalla contra una infestación de garrapatas mientras acampaban en la península escocesa de Ardnamurchan. Greene recuerda la experiencia angustiante, afirmando: "Nuestras piernas estaban llenas de garrapatas. Estimamos entre 400 y 500 garrapatas solo en nuestra tienda y en nuestro saco de dormir. Nos llevó días deshacernos de ellas". A pesar de las dificultades, la pareja se mantuvo firme en su misión, recaudando más de £20,000 para la HWDT, que se utilizarán para financiar programas educativos destinados a enseñar a los niños sobre la importancia de la conservación marina en las Hébridas. Su viaje no solo fue físicamente agotador, sino que también destacó la generosidad de extraños que conocieron en el camino. En Wolverhampton, se les ofreció un lugar para quedarse y una comida caliente, mientras que un barco de canal les ayudó transportando sus pesadas mochilas a través de la ciudad. Monk expresó su agradecimiento por la amabilidad que recibieron de la comunidad, enfatizando cómo eso hizo que su arduo trekking fuera aún más memorable. Greene destacó la singularidad de su ruta, mencionando que no tenía conocimiento de que alguien más hubiera completado un viaje así a través de las Hébridas. Los caminos escénicos que tomaron a lo largo del Pennine Way y a través de las islas de Bute, Mull y Harris les ofrecieron vistas impresionantes y una conexión íntima con la naturaleza, haciendo que el esfuerzo valiera aún más la pena. Al concluir su aventura en John O'Groats, tanto Greene como Monk reflexionaron sobre la experiencia, con Greene afirmando: "Fue una caminata increíble, increíble. Algo que nunca, jamás olvidaremos". Su travesía no solo sirvió como testimonio de su compromiso con la conservación de la vida silvestre, sino que también aumentó la conciencia sobre los desafíos que enfrenta la vida marina y la importancia de proteger a estas magníficas criaturas. Los fondos recaudados de su caminata jugarán un papel fundamental en el apoyo a la misión de la HWDT, asegurando que las futuras generaciones comprendan la importancia de preservar el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos. A medida que su viaje llega a su fin, el impacto de sus esfuerzos resonará en la comunidad y más allá, inspirando a otros a actuar en la lucha por la conservación marina.