Hombre de Leeds recibe 11 años por administrar un sitio web que promueve el extremismo y la violencia.

Colin McNeil, un hombre de 46 años de Leeds, ha sido condenado a 11 años de prisión por su papel en la gestión de un sitio web que difundía contenido extremista y terrorista. Operando entre 2019 y su arresto en marzo de 2022, McNeil dirigía una red social y una plataforma de videos que glorificaban actos de violencia, promovían el racismo y alentaban el terrorismo. El contenido incluía videos y documentos que no solo celebraban a asesinos en masa, sino que también incitaban a la violencia contra grupos raciales específicos. La gravedad de las acciones de McNeil fue subrayada en el Tribunal Superior de Sheffield, donde el juez Jeremy Richardson KC caracterizó el material en los sitios web como "racista, antisemita y violento por naturaleza". Entre los desgarradores materiales compartidos en sus plataformas se encontraba un video de los tiroteos en la mezquita de Christchurch en 2019, que resultaron en la muerte de 51 personas. Además, un documento subido por un defensor neonazi pedía el "asesinato terrorista de personas no blancas" para incitar a una guerra racial. Tal retórica, señaló el tribunal, tenía consecuencias en el mundo real; uno de los suscriptores de McNeil, un adolescente estadounidense, cometió un tiroteo masivo motivado racialmente en Buffalo, Nueva York, donde murieron 10 personas. El tribunal reveló que el sitio de McNeil había atraído a la asombrosa cifra de 56,000 suscriptores y había acumulado más de 14.6 millones de vistas en sus videos, lo que indica un alcance significativo entre aquellos inclinados hacia ideologías extremistas. Entre los comentaristas en el sitio se encontraba Payton Gendron, el perpetrador del tiroteo en Buffalo, quien expresó su acuerdo con la retórica violenta del sitio, destacando cómo las plataformas en línea pueden crear cámaras de eco para la radicalización. A pesar de haber sido diagnosticado en el espectro autista, McNeil fue considerado una amenaza continua para la seguridad pública. El juez Richardson enfatizó que la naturaleza de los delitos de McNeil representaba un "terrible ejemplo de tonterías peligrosas de supremacía blanca" entrelazadas con material terrorista. Al declararse culpable de cuatro cargos de distribución de una publicación terrorista, McNeil aceptó la responsabilidad por el impacto perjudicial que sus acciones podrían haber tenido en la sociedad. A medida que las preocupaciones sobre la radicalización en línea y la difusión de contenido extremista continúan aumentando, el caso de McNeil sirve como un recordatorio contundente de la amenaza persistente que representan tales ideologías en la era digital. La decisión del tribunal de imponer una sentencia prolongada refleja la gravedad de sus acciones y la necesidad de estar alerta para contrarrestar la difusión de odio y violencia, particularmente a medida que se manifiesta en comunidades en línea.