La represalia de cohetes de Hezbollah sacude la frontera entre Israel y Líbano.

Hezbollah dispara ráfagas de cohetes contra Israel tras la muerte de un comandante El movimiento Hezbollah del Líbano ha lanzado una serie de ataques con cohetes hacia el norte de Israel en respuesta a una operación israelí que resultó en la muerte de uno de sus comandantes de alto rango. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que más de 200 cohetes cruzaron la frontera, provocando incendios pero sin causar víctimas. La represalia llegó poco después del asesinato de Taleb Sami Abdullah, un destacado comandante de campo de Hezbollah, en un ataque en el sur del Líbano. Un alto funcionario de Hezbollah prometió intensificar la intensidad y frecuencia de los ataques tras la muerte de Abdullah. Las tensiones han ido en aumento en la frontera entre Israel y Líbano, con intercambios de fuego ocurriendo casi a diario desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamas en Gaza. Hezbollah declaró que sus acciones son en apoyo a Hamas, ambos grupos designados como organizaciones terroristas por varios países. La violencia en curso ha resultado en importantes víctimas y desplazamientos en ambos lados. Líbano reporta más de 375 muertes, incluidos civiles, mientras que Israel ha registrado 18 soldados y 10 civiles muertos. Decenas de miles de personas han sido desplazadas de las áreas fronterizas en ambos países. Los medios israelíes describieron el bombardeo de cohetes del miércoles como sin precedentes desde que el conflicto se intensificó hace ocho meses. Las FDI respondieron atacando lanzadores y "sitios de infraestructura terrorista" en el sur del Líbano, tratando de contener el fuego de cohetes. Fuentes libanesas informaron que los ataques aéreos israelíes causaron daños y heridas en varias áreas. La Autoridad de Bomberos y Rescate de Israel destacó las amenazas provocadas por los incendios iniciados por los cohetes, poniendo en peligro sitios e instalaciones clave. Hezbollah se atribuyó la responsabilidad de múltiples operaciones contra Israel el miércoles, apuntando a instalaciones militares y a una "fábrica militar". Hashem Safieddine de Hezbollah prometió intensificar los ataques, enfatizando la resistencia frente a las pérdidas. Las FDI confirmaron la muerte de Abdullah en un ataque a un centro de mando de Hezbollah, acusándolo de orquestar numerosos ataques terroristas contra civiles israelíes. Fuentes de seguridad libanesas describieron a Abdullah como una figura clave en el comando sur de Hezbollah. El primer ministro Benjamin Netanyahu indicó estar preparado para una acción decisiva en el norte, con el objetivo de restaurar la seguridad. El jefe de estado mayor de las FDI expresó su disposición para una ofensiva contra Hezbollah, señalando una posible escalada de hostilidades. A medida que las tensiones aumentan entre Israel y Hezbollah, la situación volátil en la región genera preocupaciones sobre más violencia e inestabilidad. La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos, con la esperanza de una desescalada del conflicto para evitar más pérdidas de vidas y destrucción.