Kilmar Ábrego García: un caso emblemático de las contradicciones migratorias en EE.UU.

Kilmar Ábrego García: un caso emblemático de las contradicciones migratorias en EE.UU.

Kilmar Ábrego García, cuya deportación por error contribuyó a galvanizar la oposición a las políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump, tendrá audiencias los días 8 y 9 de diciembre en el caso de tráfico de personas que se le imputa en Tennessee.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 04.11.2025

Kilmar Ábrego García, un salvadoreño que se ha convertido en un símbolo de los problemas y contradicciones de las políticas migratorias estadounidenses, se encuentra en el centro de un caso que ha despertado el interés tanto del público como de los defensores de los derechos humanos. Su historia, marcada por un error de deportación y acusaciones de tráfico de personas, refleja las tensiones que rodean el sistema migratorio actual, especialmente bajo la administración del expresidente Donald Trump.


Este hombre de 30 años, casado con una ciudadana estadounidense y padre de un niño también estadounidense, ha vivido en Estados Unidos durante años. Después de emigrar sin autorización en su adolescencia, logró obtener protección contra la deportación debido a las amenazas que su familia enfrenta en El Salvador. Sin embargo, su estabilidad se vio truncada cuando en 2023 fue deportado por error a su país natal, donde fue recluido en una prisión conocida por su violencia y condiciones inhumanas. Gracias a la presión pública y a una orden judicial, fue devuelto a Estados Unidos, aunque no sin antes enfrentar nuevos cargos que han levantado cuestionamientos sobre su tratamiento.


El caso de Ábrego García ha sido objeto de audiencias programadas para diciembre, donde el juez federal Waverly Crenshaw evaluará las mociones de la defensa. Estas incluyen una solicitud para desestimar los cargos de tráfico de personas, que la defensa argumenta son el resultado de una "persecución selectiva". El juez ha expresado preocupación sobre la posibilidad de que la persecución sea motivada por el deseo del gobierno de castigar a Ábrego García por haber ganado su caso de deportación.


Los cargos en su contra, que incluyen tráfico de personas y asociación delictuosa, se originan de una detención de tránsito en Tennessee en 2022. Durante una parada por exceso de velocidad, los agentes de la ley encontraron a varias personas en su vehículo y plantearon sospechas de tráfico humano. Sin embargo, se le permitió continuar su camino tras recibir una advertencia, lo que plantea dudas sobre la naturaleza real de las acusaciones en su contra.


La defensa de Ábrego García ha presentado una moción para suprimir las pruebas obtenidas durante la detención, argumentando que esta fue ilegal. Según sus abogados, el agente de policía cometió múltiples errores en la medición de la velocidad y, por lo tanto, no tenía justificación para detenerlo. Este aspecto legal es crucial, ya que la admissibilidad de las pruebas podría afectar el resultado del juicio.


A pesar de no tener antecedentes penales y tener un estatus legal que le otorgaba protección contra la deportación, el gobierno de Trump ha buscado justificar su arresto y procesamiento. La fiscalía ha defendido su decisión, afirmando que la motivación detrás del caso no fue vengativa, aunque la controversia persiste.


La situación de Ábrego García es aún más compleja por la posibilidad de una nueva deportación. Aunque actualmente no puede ser enviado de regreso a El Salvador debido a sus temores fundados por la violencia, el gobierno estadounidense ha considerado deportarlo a terceros países como Uganda o Liberia. Esta medida ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos que advierten sobre las condiciones peligrosas que enfrentarían los deportados.


La historia de Kilmar Ábrego García resuena en un contexto más amplio donde las políticas migratorias son objeto de debate. Este caso se ha convertido en un ejemplo de cómo el sistema puede fallar en proteger a aquellos que buscan refugio y seguridad. Además, plantea serias preguntas sobre la aplicación de la justicia y los derechos de los inmigrantes en un país donde la retórica antiinmigrante ha dominado el discurso político.


A medida que se acercan las audiencias de diciembre, la atención se centrará no solo en los detalles legales del caso, sino también en las implicaciones más amplias para los derechos de los inmigrantes y la integridad del sistema judicial. La historia de Ábrego García es un recordatorio de que detrás de cada caso hay una vida real, con luchas, esperanzas y sueños de seguridad y pertenencia.


Mientras tanto, el futuro de Kilmar Ábrego García sigue siendo incierto. La combinación de un sistema legal complejo y la inestabilidad política en torno a las políticas migratorias de Estados Unidos deja en suspenso no solo su destino, sino también el de muchos otros que, como él, se enfrentan a la dura realidad de ser inmigrantes en un país dividido por la política.

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