Crisis en el sector aéreo venezolano provoca incertidumbre y miles de afectados

Crisis en el sector aéreo venezolano provoca incertidumbre y miles de afectados

Iberia tiene vendidas más de 12.000 plazas de la ruta Caracas-Madrid para el mes de diciembre. Unas 15.000 personas de todas las compañías no pueden volar a Venezuela, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 30.11.2025

La situación actual en el sector aéreo en relación con Venezuela ha creado un ambiente de incertidumbre que afecta a miles de pasajeros y compañías aéreas. La reciente escalada de tensiones entre el gobierno de Nicolás Maduro y la administración de Donald Trump ha llevado a una serie de decisiones que han bloqueado el espacio aéreo del país latinoamericano para varias aerolíneas internacionales. La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ha emitido una advertencia de "extrema precaución" sobre los vuelos que sobrevolaran el territorio venezolano, lo que ha provocado una reacción en cadena.


Iberia, una de las aerolíneas más afectadas, tenía ya más de 12,000 boletos vendidos para sus vuelos entre Caracas y Madrid durante el mes de diciembre, un periodo de alta demanda debido a las festividades navideñas. Sin embargo, el parón de los vuelos ha dejado a más de 3,000 pasajeros en el limbo, con la incertidumbre de cuándo podrán volar. A nivel global, la IATA ha reportado que cada semana, cerca de 15,000 personas se ven imposibilitadas de viajar hacia y desde Venezuela.


La situación se complicó aún más el pasado jueves, cuando el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) de Venezuela cancelaron las concesiones de vuelo de varias aerolíneas, acusándolas de "sumarse a las acciones de terrorismo" de la administración Trump. Esto ha llevado a una reacción inmediata de los vuelos a Caracas, y la advertencia de Trump de considerar "cerrado en su totalidad" el espacio aéreo de Venezuela ha intensificado la crisis.


Un abogado consultado por El Confidencial expresó su frustración ante la medida, calificándola de "locura" y señalando que no se basa en criterios técnicos, sino que tiene un trasfondo político. Esta situación no solo afecta a las aerolíneas, sino que también pone en peligro la seguridad de los pasajeros y la reputación del sector aéreo en general. Según fuentes del sector, la falta de vuelos provocará un aumento en los precios de los pasajes y una reducción en la capacidad de transporte.


Iberia ha manifestado su deseo de reanudar los vuelos cuando las condiciones de seguridad lo permitan, y ha ofrecido a los pasajeros la opción de cambiar fechas, destinos o solicitar reembolsos. Otras aerolíneas, como Air Europa y Plus Ultra, también se encuentran en la misma situación, observando la evolución de los acontecimientos.


Expertos del sector aéreo subrayan que la principal prioridad debe ser la seguridad. La decisión de restringir los vuelos se justifica por la necesidad de proteger las vidas humanas, especialmente considerando los precedentes trágicos que han marcado el historial de conflictos aéreos en situaciones de tensión política, como el derribo de aeronaves en Irán y Ucrania.


A medida que la situación se desarrolla, algunos analistas sugieren que el gobierno español podría considerar respuestas recíprocas, como la suspensión de licencias para aerolíneas venezolanas. La posibilidad de establecer un corredor aéreo, una zona desmilitarizada que permitiría operaciones seguras, se ha desvanecido ante las recientes advertencias de Trump.


La aerolínea estatal venezolana, Conviasa, ha mantenido vuelos de corto alcance, pero los vuelos de larga distancia se han subcontratado a compañías que, por ahora, no tienen restricciones para operar en Venezuela. Esto ha llevado a que algunos vuelos de Iberia y Air Europa no pernocten en Caracas, sino que hagan escalas en lugares como Santo Domingo para minimizar riesgos.


Natalia Hustova, investigadora del Instituto Andaluz de Investigación e Innovación en Turismo, destaca la importancia de prevenir riesgos, considerando los incidentes trágicos del pasado. La seguridad debe ser la principal preocupación en un entorno tan volátil como el actual.


Mientras tanto, el aeropuerto de Caracas se asemeja cada vez más a un "recinto fantasma", con un notable incremento en los usuarios que buscan salir del país. La saturación está empezando a ser evidente, y los efectos de esta crisis en el sector aéreo se sentirán mucho después de que se restablezcan los vuelos. La incertidumbre se cierne sobre el futuro del transporte aéreo hacia y desde Venezuela, con la esperanza de que las tensiones políticas puedan resolverse y permitir que las aerolíneas vuelvan a operar con normalidad.

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