Reapertura del Louvre: multitudes frustradas y preocupaciones por la seguridad

Reapertura del Louvre: multitudes frustradas y preocupaciones por la seguridad

El museo parisino volvió a abrir sus puertas ayer al público tras el gran robo del pasado domingo

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 23.10.2025

El Louvre ha reabierto sus puertas al público después de un dramático episodio que ha captado la atención mundial. Sin embargo, la situación tras su reapertura no es del todo alentadora. Desde la mañana de ayer, miles de personas se agolpaban en la icónica pirámide del museo, expectantes por disfrutar de una de las colecciones de arte más valiosas del mundo. No obstante, para muchos, la ilusión de visitar el museo se tornó en desilusión al enterarse de que las entradas estaban completamente reservadas hasta el viernes por la tarde, dejando a los asistentes con pocas opciones más que volver a casa con las manos vacías.


A pesar de la reanudación de actividades, la institución aún no ha recuperado completamente su operatividad, ya que la Sala Apolo, escenario del reciente y sorprendente robo que ha dejado a la comunidad cultural consternada, permanece cerrada. Este robo ha sido cuantificado en un asombroso monto de 88 millones de euros, una cifra que, como explicó la fiscal Laure Beccuau, es preocupante, pero que no se puede comparar con los daños históricos que ha sufrido la colección del museo.


La investigación sobre este robo sigue su curso, y una de las preguntas más inquietantes que permanece en el aire es si hubo algún tipo de complicidad interna que facilitara la operación de los ladrones. La ministra de Cultura, Rachida Dati, defendió la actuación del sistema de seguridad del museo, pero las dudas persisten respecto al tiempo que tomó la respuesta del equipo de seguridad después de que se activó la alarma de la ventana. Esta falta de información clara ha generado una inquietante atmósfera de incertidumbre.


Las deficiencias en las medidas de seguridad del Louvre han sido objeto de crítica, revelando un déficit en la cobertura de cámaras de seguridad en muchas áreas del museo. Con sólo un 34 por ciento de las salas bien vigiladas y un recorte de personal de seguridad en los últimos años, el museo se enfrenta a un reto considerable mientras busca adaptarse a un número creciente de visitantes, que ya supera los ocho millones anuales. Ante esta situación, el presidente Macron ha instado a acelerar la mejora de la seguridad del museo, un paso que se percibe como urgente y necesario.


La directora del museo, Laurence des Cars, compareció ante el Senado para responder por la situación. Su testimonio reflejó la profunda preocupación que ha generado este incidente no solo en el ámbito del Louvre, sino en la sociedad francesa en general. Des Cars señaló que el museo no es ajeno a la "brutalización” que enfrenta la sociedad contemporánea y enfatizó la relevancia de abordar las carencias estructurales que afectan al Louvre.


En su comparecencia, la directora no escatimó en reconocer las fallas en el sistema de seguridad. Había alertado previamente al Ministerio de Cultura sobre estas deficiencias, lo que provocó el anuncio de una remodelación de la institución para diciembre de 2024, bajo el lema “Renacimiento”. Sin embargo, Des Cars subrayó que este proceso de transformación requerirá un "análisis largo" y que no se verá materializado de la noche a la mañana, lo que plantea un desafío considerable para la dirección del museo.


A pesar de los avances que se esperan, como la inclusión de agentes policiales dentro del Louvre y una instalación de videoprotección más sofisticada, el camino hacia la mejora de la seguridad es largo y aún queda mucho por hacer. Des Cars admitió que las debilidades en el sistema de protección perimetral son conocidas y que deben ser abordadas con urgencia.


Des Cars explicó el desarrollo del robo, indicando que hubo un retraso de ocho minutos entre el aviso de los vigilantes y la llamada a la policía, un tiempo que podría haber sido crítico para la detención de los ladrones. Además, recalcó los fallos en las cámaras de seguridad, lo que hizo imposible detectar a los delincuentes en el momento oportuno. Estas deficiencias resaltan la necesidad de un enfoque más riguroso en la seguridad del museo.


Finalmente, el costo para implementar medidas de seguridad adecuadas se ha estimado en al menos 21 millones de euros, un gasto que se considera esencial para proteger no solo a los visitantes, sino también a una de las colecciones artísticas más importantes del mundo. La reapertura del Louvre puede ser vista como un paso positivo, pero el camino hacia una seguridad efectiva y confiable está lleno de retos que la institución deberá enfrentar con urgencia y seriedad.

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