Smartfit Perú sancionada por incidentes de seguridad y atención al cliente

La reciente sanción impuesta a Smartfit Perú SAC ha generado un profundo debate sobre la responsabilidad de las empresas en la atención y seguridad de sus clientes. La medida, que asciende a 78.29 UIT, equivalente a S/ 418,851, se deriva de un incidente ocurrido en uno de sus locales en San Martín de Porres, donde un ascensor defectuoso causó la caída de una usuaria, dejándola con lesiones físicas. Este hecho resalta la importancia de la seguridad en los espacios destinados a la actividad física y el deber de las empresas de garantizar condiciones adecuadas para sus clientes.

Según la Comisión de Protección al Consumidor Sede Lima Norte del Indecopi, la cadena de gimnasios Smartfit incurrió en graves infracciones al Código de Protección y Defensa del Consumidor. En primer lugar, se determinó que vulneró el deber de seguridad al permitir el uso de un ascensor en condiciones inadecuadas, lo que culminó en la caída de la usuaria. Este tipo de negligencia no solo pone en riesgo la integridad de los clientes, sino que también plantea serias interrogantes acerca de las políticas de mantenimiento y supervisión de la infraestructura en los gimnasios.

Además de esta primera infracción, se registraron dos infracciones adicionales relacionadas con el deber de idoneidad. A pesar del accidente, Smartfit no realizó acciones inmediatas de rescate ni proporcionó primeros auxilios a la persona afectada, lo que agrava aún más la situación y muestra una falta de preparación por parte del personal de la empresa. La normativa no solo exige que las instalaciones sean seguras, sino que también establece que los empleados deben estar capacitados para actuar de manera efectiva en casos de emergencia.

En respuesta a estas infracciones, el Indecopi no solo impuso la multa económica, sino que también exigió que Smartfit devuelva el dinero correspondiente a los días en que la denunciante no pudo hacer uso del servicio contratado. Esta decisión refleja un enfoque proactivo por parte del organismo regulador, que busca garantizar que los consumidores sean tratados de manera justa y reciban el servicio por el cual pagaron.

Adicionalmente, el Indecopi ha instado a Smartfit a realizar capacitaciones en primeros auxilios para todo su personal en la sede de San Martín de Porres. Esta medida es esencial para prevenir futuros incidentes y asegurar que el personal esté preparado para responder adecuadamente ante situaciones de emergencia. La capacitación no solo beneficiará a los clientes, sino que también puede mejorar la imagen de la empresa y fomentar un ambiente más seguro para todos.

Sin embargo, a pesar de la gravedad de las sanciones, la empresa tiene la opción de apelar la decisión del Indecopi. En caso de que Smartfit decida presentar este recurso, el caso será revisado por la Sala Especializada en Protección al Consumidor, que actúa como segunda y última instancia administrativa en estos temas. Esta posibilidad de apelación deja abierta la puerta a que la empresa intente revertir la sanción, aunque la respuesta pública y la percepción de los consumidores pueden influir en su decisión.

Este incidente provoca una reflexión más amplia sobre las responsabilidades de las empresas de servicios, especialmente en sectores donde la seguridad debe ser una prioridad. La confianza del consumidor es un activo valioso que se construye con el tiempo; sin embargo, un solo incidente puede socavarla rápidamente. Los gimnasios, al igual que otros negocios que operan con un gran número de personas, deben ser conscientes de que cualquier descuido puede tener consecuencias devastadoras.

La comunidad de San Martín de Porres, al igual que otras partes del país, deberá estar atenta a cómo se desarrolla este caso y a las acciones que tomará Smartfit en respuesta a la multa. Las expectativas son altas, no solo en lo que respecta a la compensación de la afectada, sino también en la implementación de medidas que garanticen la seguridad de todos los usuarios en el futuro.

El compromiso de las empresas con la seguridad y el bienestar de sus clientes no debe ser un tema secundario. La responsabilidad social y la atención al cliente son pilares fundamentales en la construcción de una relación de confianza. A medida que las autoridades reguladoras continúan supervisando y sancionando a las empresas que no cumplen con estos estándares, es esencial que los consumidores se mantengan informados y exijan el nivel de calidad y seguridad que merecen.