Los beneficios de Tesla siguen desplomándose un 40% mientras Elon Musk habla de su nuevo androide

En el tercer trimestre de 2025, Tesla ha reportado un beneficio neto de 1.373 millones de dólares, lo que representa una caída del 37% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este desplome en las ganancias se produce en un contexto donde la compañía ha experimentado un incremento en sus ingresos totales, que alcanzaron los 28.095 millones de dólares, un aumento del 12%, gracias a un récord en la entrega de vehículos y un incremento en las ventas de su sistema de almacenamiento de energía. Sin embargo, el crecimiento de los ingresos no fue suficiente para contrarrestar el aumento en los gastos operativos, lo que ha llevado a la firma a enfrentar un panorama financiero complicado.

La tendencia a la baja en los beneficios netos también fue evidente en los primeros nueve meses del año, donde Tesla acumuló 2.954 millones de dólares, lo que equivale a una caída del 40,4% en comparación con el mismo periodo de 2024. Este descenso se atribuye principalmente a los crecientes gastos operativos, que han sido impulsados por inversiones en inteligencia artificial, investigación y desarrollo, así como los costes de reestructuración que ha tenido que afrontar la empresa. Además, la compañía ha visto una reducción en los ingresos provenientes de créditos regulatorios y del software de conducción autónoma, lo que ha afectado su rentabilidad.

El resultado operativo de Tesla también se ha visto afectado, con un descenso del 40% interanual, llevando su margen operativo a un 5,8%. La empresa ha explicado que la disminución de la rentabilidad es el resultado de un aumento de los gastos, así como de un mayor coste medio por vehículo, lo que ha dificultado la absorción de costes fijos. Esto pone de manifiesto los desafíos que enfrenta Tesla en un sector cada vez más competitivo y donde los costos operativos están en constante aumento.

A pesar de estos contratiempos financieros, Tesla ha mantenido sus planes de expansión y desarrollo de nuevas líneas de negocio. Durante una reciente llamada con los accionistas, Elon Musk reiteró que la compañía sigue comprometida con la creación de valor a largo plazo y está realizando inversiones prudentes en proyectos que, según él, podrían revolucionar diversos sectores, desde el transporte hasta la robótica. Esto incluye la producción de productos como el Cybercab, el Tesla Semi y el Megapack 3, así como la instalación de líneas para su robot humanoide Optimus.

Musk ha hablado de su visión para Optimus, sugiriendo que este robot humanoide podría tener un impacto significativo en la lucha contra la pobreza y mejorar el acceso a la atención médica. Sin embargo, sus afirmaciones han sido recibidas con escepticismo, especialmente porque aún no ha proporcionado detalles concretos sobre cómo se lograrían estos objetivos. La ambición de Musk de que Optimus se convierta en un "increíble cirujano" también ha generado dudas sobre la viabilidad de estas afirmaciones.

Mientras Tesla se prepara para lanzar nuevos productos, la compañía también ha experimentado crecimiento en su segmento de energía, donde los ingresos aumentaron un 44%. Este crecimiento se ha logrado gracias a cifras récord en el almacenamiento de energía, lo que muestra que, a pesar de las dificultades en el mercado de vehículos eléctricos, hay áreas donde Tesla continúa prosperando. Sin embargo, la dependencia de Tesla de las ventas de vehículos eléctricos como su principal fuente de ingreso sigue generando inquietudes entre los inversores.

Musk también ha tocado un tema controvertido en la reciente llamada: su compensación de un billón de dólares, que se someterá a votación el próximo 6 de noviembre. Según Musk, esta indemnización no se trata de una búsqueda de dinero, sino de mantener el control sobre la compañía mientras impulsa el desarrollo de su "ejército robótico". Su preocupación por el control de la votación ha suscitado críticas y preguntas sobre la gobernanza de Tesla y la influencia que Musk tiene sobre las decisiones de la compañía.

El magnate no ha rehuido los comentarios críticos sobre las recomendaciones de firmas consultoras como ISS y Glass Lewis, las cuales han expresado su preocupación por el paquete de compensación que se le ofrece. Musk ha calificado a estas firmas de "terroristas corporativos", lo que refleja la tensión que hay en torno a su liderazgo y la dirección futura de Tesla. Esta situación plantea interrogantes sobre cómo las decisiones de Musk impactarán no solo a Tesla, sino también a sus inversores.

La votación sobre la compensación de Musk se produce en un momento crítico para la compañía, y muchos inversores estarán atentos a los resultados. Con su control accionarial y la influencia que ejerce, el futuro de Tesla podría depender en gran medida de cómo se manejen estos desafíos financieros y de liderazgo. La combinación de bajos beneficios, altos gastos operativos y un futuro incierto plantea un reto significativo para la compañía, que busca mantenerse como un líder en el sector de la automoción y la tecnología.