Un astrofísico de Harvard señala la fecha clave de octubre para saber qué es el cometa 3I/ATLAS: “Nunca se había observado”

Un astrofísico de Harvard señala la fecha clave de octubre para saber qué es el cometa 3I/ATLAS: “Nunca se había observado”

El objeto interestelar 3I/ATLAS ha desatado múltiples teorías debido a su extraña composición y forma.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 24.10.2025

El cometa 3I/ATLAS ha capturado la atención de la comunidad astronómica y del público en general desde su descubrimiento el pasado 1 de julio. Este objeto interestelar, el tercer hallazgo de su tipo en el Sistema Solar, se aproxima a su perihelio, el punto más cercano al Sol, que se alcanzará el 29 de octubre. Avi Loeb, astrofísico de Harvard, ha manifestado su expectación y hasta un ligero tono humorístico sobre la relevancia de esta fecha, sugiriendo que quizás sea prudente tomar unas vacaciones antes de que el cometa alcance su punto más crítico.


A diferencia de otros objetos interestelares previamente detectados, como Oumuamua y Borisov, la naturaleza del 3I/ATLAS plantea un enigma sin precedentes. Estos dos objetos, aunque también eran únicos, presentaban características diferentes que permitieron a los científicos clasificarlos y estudiarlos con mayor claridad. El 3I/ATLAS, en cambio, desafía las categorizaciones tradicionales, lo que ha llevado a la comunidad científica a explorar diversas teorías sobre su origen y composición.


El hallazgo de 3I/ATLAS fue posible gracias al sistema ATLAS, ubicado en Chile, que cuenta con el respaldo tecnológico del Observatorio Rubin. Este sofisticado sistema utilizó su cámara de 3,2 gigapíxeles para localizar el objeto, lo que fue corroborado por la colaboración de más de 200 observatorios alrededor del mundo. Las observaciones iniciales revelaron una cola en forma de lágrima, un fenómeno poco común en cometas que se encuentran a grandes distancias del Sol, lo que ha añadido un extra de misterio al objeto.


Loeb, en su análisis, ha señalado que el cometa tiene una masa estimada en 33.000 millones de toneladas y un núcleo que supera los 5 kilómetros de diámetro. Su velocidad, de más de 200.000 km/h, es notable, ya que no muestra la desaceleración típica que se esperaría en un objeto que se mueve hacia el Sol. Sin embargo, lo que verdaderamente ha fascinado a los científicos es la inusual composición del cometa: en lugar de agua, se ha encontrado que su material principal es dióxido de carbono, lo que sugiere un tipo de actividad química muy particular.


El astrofísico ha enumerado hasta ocho anomalías que diferencian al 3I/ATLAS de los cometas tradicionales. Estas anomalías incluyen su alineación orbital, que es casi perfecta con respecto al plano de los planetas, y la presencia de un anticola en su trayectoria. Además, sus encuentros poco probables con varios planetas y su composición química extraña han llevado a algunos a especular sobre la posibilidad de que el objeto sea de origen artificial.


A pesar de estas teorías intrigantes, Loeb ha aclarado que sus afirmaciones no deben tomarse al pie de la letra. Aunque su hipótesis señala que el 3I/ATLAS podría ser un artefacto tecnológico con inteligencia activa, también ha admitido que la explicación más verosímil es que se trate de un cometa natural, aunque con características inusuales que lo hacen digno de estudio.


La fecha del 29 de octubre se perfila como un momento crucial para el 3I/ATLAS y, por ende, para la comunidad científica. Los astrónomos están a la espera de recopilar más datos que podrían proporcionar nuevos conocimientos sobre este objeto y su comportamiento. Las observaciones en tiempo real permitirán a los científicos entender mejor su composición y dinámica, lo que podría aportar información valiosa sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios.


Mientras tanto, la curiosidad y la especulación continúan. La posibilidad de que el 3I/ATLAS sea una manifestación de vida inteligente más allá de nuestro sistema solar ofrece un elemento de intriga que ha capturado la imaginación del público. Sin embargo, como Loeb sugiere, lo más probable es que no estemos ante un avance de civilizaciones extraterrestres, sino frente a un fenómeno natural que aún tiene mucho que enseñarnos.


A medida que nos acercamos a la fecha clave del 29 de octubre, el 3I/ATLAS se convierte en un símbolo de la exploración humana de los espacios más allá de nuestro planeta, recordándonos que aún hay mucho por descubrir en el vasto universo que nos rodea. La espera está llena de expectativas y la ciencia, una vez más, nos invita a mirar hacia las estrellas.

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